Suegro de Wafe Kuri quiere demostrar inocencia de su yerno

A 5 años del asesinato de Rosa María Arceo, su padre Ernesto Arceo Mendicutti insiste en que hay irregularidades en el caso.

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Wafé está acusado de matar a su esposa de un balazo por la espalda. (SIPSE/Foto de archivo)
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Israel Cárdenas/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- A cinco años del inicio del proceso penal contra  Wafé Kuri Torre por el presunto homicidio de su esposa, Rosa María Arceo Ochoa, -ocurrido la mañana del lunes 14 de septiembre de 2008-, el padre de la víctima, Ernesto Arceo Mendicutti relató los motivos por los que considera la inocencia del inculpado, incluso, con base en peritajes oficiales y por parte de la coadyuvancia. Arceo Mendicutti concluye que fue una tercera persona la que disparó a su hija.

Esta postura, relatada en diez cuartillas con puño y letra de Arceo Mendicutti, fue entregada al Juez Séptimo de Defensa Social, Jorge Andrés Vázquez Juan, seguido de la solicitud de que dicte sentencia porque considera que hay irregularidades en las investigaciones sobre estos hechos, ocurridos en la residencia del matrimonio en el fraccionamiento Montebello, al norte de Mérida.

En el documento, el médico Ernesto Arceo Mendicutti señala al menos 15 aspectos que considera torales para demostrar la inocencia de su yerno Wafé Kuri Torre y que a continuación precisa:

El día de los hechos intervine en el traslado y atención hospitalaria de Wafé Kuri Torre, lo que permitió conocer la lesión de arma de fuego que presentó en su tórax. Ernesto Arceo Mendicutti recordó que sus declaraciones fueron confirmadas por tres peritos histopatológicos de la Procuraduría del Estado de México, el de la defensa y el que ofreció como coadyuvante.

La Fiscalía reporta que Wafé Kuri resultó negativo de residuos de pólvora en el dorso de la mano izquierda y en ambas palmas de sus manos. Positivo a residuos de pólvora en el dorso de su mano derecha, y que por eso él disparó.

La Fiscalía remitió una ojiva encontrada en el lugar de los hechos, misma que no presentó rastros sanguíneos, lo que resulta por demás insólito y misterioso.

“Mi hijo Ernesto Arceo Ochoa fue la primera persona que ingresó a la habitación de los hechos. Al auxiliar a su hermana Rosita y levantar su cuerpo, sobre la cama únicamente había un objeto, no sabe si era una bala o un casquillo, pero era sólo un objeto.

Por sentido común, la trayectoria del disparo tiene coincidencia con lo declarado por Wafé Kuri, en cuanto a que la persona que le disparó se encontraba de pie, del lado izquierdo de Wafé Kuri.  Cuando él se cambia de posición (boca arriba) acostado en la cama a posición de sentado sobre la cama, siendo en esta última posición cuando recibe el impacto de la ojiva.

"Rosa María tenía temor por la presencia de un vehículo oficial"

Al apersonarme en una diligencia, en el predio lugar de los hechos, en la cual estuvo presente la entonces juez Rubí González Alpuche pude apreciar que la ventana del lavadero se encuentra forzada desde afuera. Es ilógico que la Fiscalía al dar fe de esta ventana el día de los hechos, únicamente se hubiera limitado a describir y fotografiar desde el interior del lavadero a dicho objeto, y no lo describiera ni fotografiara desde la parte de afuera.

Que el predio estaba inseguro, sin funcionamiento de las cables eléctricos, y que cualquiera podría ingresar brincando, la ventana estaba forzada de la parte de afuera.

Que durante una comida efectuada el domingo 13 de enero de 2008, un día antes de los hechos, Rosa María Arceo hizo saber a su padre Ernesto Arceo Mendicutti que tenía temor de un vehículo oficial (camioneta #1872) que se estacionaba varias veces al día, cerca de su domicilio y que están enterados de sus horas de salida y de entrada a su domicilio. Luego se supo que se trataba del comandante Rolando Escamilla.

A pocas horas de que sucedieron los hechos, la Fiscalía solicitó a la entonces Secretaría de Protección y Vialidad los videos tomados por las cámaras filmadoras de seguridad, que se encuentran en las calles. Al cabo de los años la corporación informa que tales video fueron borrados.

Puede apreciarse en las fotografías tomadas el día de los hechos por el Ministerio Público (Peritos de la Fiscalía), la “manipulación de los objetos”, un ejemplo de varios: un teléfono inalámbrico.

El velador de un predio en construcción, cercano al domicilio lugar de los hechos que declaró en el juzgado, mencionó que en dos ocasiones a diferentes horas del domingo 13 de enero de 2008, (durante la tarde y la noche), acudió el agente policiaco Rolando Escamilla Alpuche a preguntarle sobre el señor Wafé Kuri Torre si se encontraba en su domicilio.

Es muy extraño que reportaron que el arma no presentó huellas dactilares, incluyendo el peine o colgador de ésta, así como las balas no disparadas (no percutidas), o los casquillos encontrados sobre la cama.

Uno de los policías que declaró en el juzgado dijo que vio la herida en el tórax de Wafé y señaló el lugar de la misma. Estuve presente en la diligencia y me sorprendió el argumento de dicho policía, ya que señaló un sitio equivocado.

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