Trascender o distinguir

¿A dónde nos dirigimos?, ¿a dónde vamos?, ¿cuál es el punto que queremos alcanzar?, son preguntas que olvidamos cada vez que hacemos o dejamos de hacer algo...

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¿A dónde nos dirigimos?, ¿a dónde vamos?, ¿cuál es el punto que queremos alcanzar?, son preguntas que olvidamos cada vez que hacemos o dejamos de hacer algo; el mundo no se detiene, sigue su marcha y reacciona, se defiende, responde, pero mucho más que eso: lo que hace es protegerse. Al igual que el mundo, las personas están respondiendo, están reaccionando, se están defendiendo, y de la misma forma se están protegiendo.

Pero las respuestas para el uno y para los otros son distintas, es más hasta distantes.
Por su lado, la naturaleza hace lo que tiene que hacer ante las circunstancias por las que atraviesa; no hay que olvidar que el planeta tierra también tiene vida, claro, pero por supuesto lo único que no tiene es el uso de la razón, y esa diferencia hace que las cosas de él se acepten, se tomen medidas y en general asumamos las previsiones ante su autoprotección. Pero la razón será el todo de la diferencia entre el uno y los otros, o hay más cosas que tendríamos que analizar.

Si los otros tienen el arma más poderosa que la que puede tener el resto de los seres vivos, la razón, entonces me pregunto: ¿qué esperamos para usarla? Nuestra convivencia vale todo por el tiempo que nos permitirá la vida estar en el planeta tierra; la convivencia es algo inevitable, es parte de nuestros instintos, de nuestro ser, de nuestro vivir.

Entonces, ¿valdrá la pena esforzarse para trascender dentro de un nuevo pacto para una convivencia razonada? ¿O seguimos actuando para distinguirnos? Entre la una y la otra sólo encontramos el individualismo, el personalismo, la búsqueda incansable por sobresalir socialmente de manera personal.

El contrato social es indestructible, pero puede ser moldeado a las circunstancias actuales y basta la voluntad de todos, cada quien en el ámbito de sus responsabilidades.

La convivencia lo vale, el tiempo que nos fue asignado lo merece, la vida es una y las oportunidades muchas, redireccionar el rumbo con nuevas coordenadas sólo representa actualizar el contrato social a las nuevas formas de convivir. Insistir en distinguirnos de manera individual, sin pensar en trascender de manera global, sólo nos llevará a la autodestrucción; fuimos actores y testigos de lo que podemos lograr de manera organizada.

Dos maneras de comunicar se lograron conjuntar; durante el doloroso desastre natural ocurrido hace sólo algunos días, muchas voluntades, puño cerrado o manos arriba no sólo representaron un método visual de comunicación de largo alcance, fueron sin duda una lección de esperanza y solidaridad, pero sobre todo entendimiento.

México tú puedes, ciudadanos juntos podemos. ¿Optarás por distinguirte o te atreverás a colaborar para trascender?

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