Francisco Puerto/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- María Alejandra Ruiz Vázquez (a) “Chachi” fue internada en el Centro de Reinserción Social de Mérida acusada de incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar, porque al separarse de su marido "se olvidó" del hijo que procreó en su matrimonio.

La indiciada fue detenida mediante una orden de aprehensión obsequiada por la juez segundo penal, Rubí Guadalupe González Alpuche, ya que se demostró que, aunque se comprometió ante las autoridades a depositarle a su hijo 200 pesos semanales para manutención, no lo cumplió.

Cabe mencionar que el arresto de "Chachi" se dio por “casualidad”, ya que según narró una amiga que la invitó a tomar cerveza en una cantina, María Alejandra se alocó y le partió un envase en la cabeza, y cuando intervino la Policía fue que se descubrió que tenía cuentas pendientes con la justicia.

Ruiz Vázquez fue denunciada por la abuela paterna de su primer hijo, Rosa María Ceballos Vera.

En la averiguación previa se asienta que en 2008 María Alejandra contrajo matrimonio con Mario Alberto Cetina Ceballos y tuvieron un hijo, al cual pusieron de nombre Mario Alberto Cetina Ruiz.

Cede patria potestad

A principios de 2010, la pareja se separó por desavenencias y la mujer firmó ante el DIF Municipal un documento en el que cedía la custodia temporal del niño a su marido.

Después, el sujeto hizo lo mismo, a favor de su madre, comprometiéndose a depositar 300 pesos de manera quincenal a favor de su hijo, más 100 pesos para la leche.

La ahora procesada hizo lo mismo y se comprometió a dar 200 pesos en forma semanal.

Sin embargo, "Chachi" sólo depositó 200 pesos en mayo de ese mismo año y desde entonces dejó de cumplir con su responsabilidad, provocando que la denunciaran, ya que el padre, aunque a destiempo, cumplía con su parte.

Mientras tanto, la indiciada regresó a vivir con su familia y a buscar trabajo. 

Vendiendo elotes conoció a un hombre con el que se fue a vivir y tuvo dos hijos.

Visitas sin dinero

De vez en cuando, María Alejandra iba a “visitar” a su primer hijo, pero no daba nada de dinero para su sostenimiento, hasta que a la abuela se le acabó la paciencia y la denunció.

Al rendir su declaración preparatoria, la inculpada dijo que no podía depositar el dinero comprometido porque desde que se separó de su hijo la atropellaron y se quedó sin trabajo.

Dijo que después conoció a su actual pareja y tuvo dos hijos, y aunque hace poco trabajaba de camarista, perdió el empleo porque su jefe se molestó por los constantes citatorios que le llegaban a su lugar de trabajo.

“Tengo que ver por mis otros hijos. No me alcanza el dinero para el primero”, finalizó.

El caso llama la atención, porque habitualmente los que son detenidos por incumplimiento de obligaciones familiares son los hombres.