Viene fuerte sequía con temperatura mayor a 40 grados

El calentamiento global propicia desfases en las temporadas de estiaje, lluvias, frío y huracanes; advierten de una fuerte sequía con temperaturas de más de 40 grados.

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Los registros señalan que este año la sequía será muy fuerte con escasos periodos de lluvia. (Luis Pérez/SIPSE)
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M. Chan/J. Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El calentamiento global y su consecuente cambio climático ha ocasionado en la Península de Yucatán un desfase en las temporadas de sequía, lluvias, frentes fríos y huracanes, por lo que expertos en el tema advierten que es necesario prepararse para afrontar las nuevas condiciones del tiempo.

Este cambio en el ambiente fue muy notorio en la actual “temporada invernal”, dado que las condiciones de frío se empezaron a dar desde octubre y finalizaron prácticamente en enero, cuando en años anteriores se prolongaban hasta marzo.

De hecho, Juan Vázquez Montalvo, jefe de la Estación Meteorológica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), advierte que este año se espera una temporada de sequía intensa por la posible formación del fenómeno de “El Niño”.

En este sentido, José Luis Acosta Rodríguez, director técnico del Organismo de Cuenca Península de Yucatán de la Conagua, coincidió en que, con base en modelos meteorológicos, se espera un año muy caluroso con temperaturas cercanas a 40 grados e incluso superiores a ese registro.

En 2013 en Mérida cayó tanta lluvia que ocasionó que la tierra ya no absorbía el agua porque se saturó

Juan Vázquez Montalvo explicó que en la Península de Yucatán hay una marcación del comportamiento del clima a lo largo del año. Sin embargo, el cambio climático hace que las condiciones imperantes tengan desfases.

“La Península de Yucatán en los últimos años ha tenido inviernos cálidos con temperaturas parecidas a un verano”, indicó. 

“Mientras más tiempo pase, la temperatura se incrementa muy rápidamente, ya que ocurren registros muy altos como actualmente sucede. Unos 10 años atrás en épocas de frente fríos  la temperatura máxima era de 34 grados, ahora es de 37”, expresó.

Asimismo, señaló que las lluvias se han atrasado y empiezan desde junio y el año pasado continuaban en diciembre y prácticamente concluyeron a principios de enero, coincidiendo con la llegada de frentes fríos.

“En 2013 en Mérida cayó tanta lluvia que ocasionó que la tierra ya no absorbía el agua porque se saturó”, abundó.

Explicó que estos cambios afectan también a las cosechas, pues los campesinos yucatecos se guiaban de las cabañuelas y tenían una idea de lo que ocurriría durante todo el año.

“En los últimos años, las cabañuelas no han dado una pauta de que va ocurrir, debido a que no hay un comportamiento regular del clima”, señaló Vázquez Montalvo.

Agregó que en los seres humanos  esos cambios también se reflejan en las enfermedades, ya que hay bacterias y virus que se reactivan al haber un clima extremoso.

Emisiones de carbono

El interés por establecer sitios de monitoreo intensivo en bosques y selvas representativos de México, responde a la necesidad de generar información precisa sobre las emisiones netas de gases de efecto invernadero y proponer acciones de manejo sostenible y conservación de estos ecosistemas, informó José Luis Andrade Torres, investigador del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY).  

En ese sentido, dijo que Yucatán se consolida como líder al contar con un Sitio de Medición e Investigación sobre Carbono Forestal, que tiene una torre de flujo de carbono, ubicada en la Reserva Biocultural Kaxil Kiuic.

Explicó que a la fecha, existen cinco sitios de medición intensiva distribuidos en todo el país: Reserva de la Biosfera La Encrucijada, en Chiapas; Reserva de la Biosfera de Calakmul, en Campeche; una reserva comunitaria en el ejido Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo; el sitio de Atopixco, Hidalgo, y el sitio liderado por el CICY, en la reserva Biocultural Kaxil Kiuic, en Yucatán.

Durante un recorrido por la reserva Kaxil Kiuic –dirigida por el antropólogo James Callaghan-, que cuenta con mil 642 hectáreas de selva mediana subcaducifolia, donde se ha verificado la presencia de 238 especies de fauna, de las cuales 11 pertenecen a los anfibios, 36 a reptiles, 151 aves y 40 mamíferos, pudimos observar la torre y la forma en que los investigadores realizan el monitoreo sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2).  

El proyecto del CICY, en el que participan los investigadores José Luis Andrade Torres, Juan Manuel Dupuy Rada y José Luis Hernández Stefanoni, tiene como objetivo medir los flujos de carbono existentes entre la atmósfera y la vegetación mediana subcaducifolia –representativa en términos de superficie del principal ecosistema terrestre de Yucatán-, para establecer un modelo de cálculo que pueda extrapolarse a otras selvas similares, que son las menos estudiadas y las más amenazadas por el cambio de uso de suelo.

En esta reserva, los científicos delimitaron un área de muestreo de tres por tres kilómetros, con el fin de integrar las mediciones de dióxido de carbono (CO2), en diferentes escalas espaciales, para lo cual cuentan con una torre de flujo de carbono que registra las emisiones de gas que se intercambian entre la atmósfera y la vegetación; organizaron 20 conglomerados tipo inventario nacional forestal y de suelos, para medir la concentración de carbono presente en la vegetación y en el suelo.

El investigador explicó que para la estimación de la biomasa aérea vegetal y su distribución espacial mediante percepción remota, se utilizan imágenes Lidar (láser imaging detection and ranging) un sistema conformado por un láser aerotransportado que escanea la superficie terrestre y permite construir modelos detallados y precisos en alta definición.

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