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MÉRIDA, Yucatán.- Un déficit de políticas públicas en el nivel de educación básica y actividades aisladas en pro del medio ambiente y no en conjunto por medio de un programa establecido e impartido en todas las instituciones educativas, es lo que ha originado un lento progreso en el tema ambiental. 

De acuerdo con responsables del área de Gestión Ambiental de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), en las instituciones de nivel básico hacen falta políticas públicas que obliguen a las mismas a difundir la educación ambiental entre su calendario escolar.

“En cuanto a educación ambiental, los niños saben identificar los tipos de residuos y otros temas, pero hay que reforzar estos aprendizajes porque cuentan con el conocimiento, las intenciones, pero no tienen el hábito o la conducta, que debe ser reforzada a través del ejemplo”, indicó Damián Jesús Villanueva Chan, responsable del cumplimiento de la legislación ambiental mexicana que le compete a la Uady.

Explicó que son contadas las instituciones que imparten este tipo de programas y, en todo caso, son iniciativas aisladas, pues normalmente, cuando un maestro está interesado en el tema, va realizando actividades, o en caso de que el director tenga afinidad con temas ambientales, la institución pone más  énfasis en el tema de manera integral.

“Lo que hace falta son políticas públicas en materia de educación ambiental y en general, para obligar a las instituciones de nivel básico a cumplir con estos temas; hay iniciativas a nivel básico para procurar estos elementos de desarrollo sustentable, pero no hay una obligatoriedad”, señaló Villanueva Chan.

Agregó que la Uady ha trabajado principalmente en Tekit impartiendo capacitación y actividades a niños de kínder y secundaria pero por iniciativa de las escuelas; sin embargo, este acercamiento lo puede hacer la institución que lo desee. 

“Estas actividades se han comenzado a partir de este año, como parte de una invitación por ambas escuelas, ellas se acercaron y nosotros organizamos las actividades; en el caso del kínder se llevó a cabo una reforestación, en la secundaria hicimos la parte académica y luego se reforzó con un juego”, comentó el entrevistado.

Además, dijo que las actividades dependen de la invitación y lo que desea el instituto que los solicita, en el caso del kínder fue sobre reforestación, mientras que para la secundaria consistió en residuos sólidos urbanos.

Por imitación

• Por imitación, los niños refuerzan lo aprendido.
• Es en el nivel superior donde hay más impacto de la educación ambiental por iniciativa de los jóvenes que están más conscientes de los cambios ambientales.