Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.-  De los estados del país con mayor porcentaje de personas con educación preparatoria y superior desempleados, Campeche destaca con un 52.5 por ciento, Distrito Federal con 51.2 y Yucatán con 50.1, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, lo que refleja la falta de vinculación entre la academia y el sector productivo.

Lo anterior demuestra que Yucatán está por encima del promedio nacional registrado por el Inegi, el cual precisa que en julio pasado, de cada cien personas sin empleo, 37 tienen educación media superior, grados de ingeniería o licenciatura, maestría y hasta doctorado.

Estas personas con alguna preparación y desempleadas, son orilladas a trabajar “de lo que sea”, aceptar bajos salarios o engrosar las filas de la informalidad, e incluso, de la delincuencia.

El problema es creciente, ya que en julio de 2005, de cada cien desempleados, 25 contaban con dichos niveles de preparación académica y este año aumentó a 37 por cada cien, lo que permite afirmar que el tener estudios no garantiza un empleo seguro. 

La Academia Mexicana de Ciencias informó que cada año cerca de tres mil jóvenes mexicanos obtienen un doctorado, sin embargo, menos de la mitad logra colocarse en el mercado laboral con un trabajo fijo y bien remunerado.

El Inegi plantea que el desempleo afecta más a quienes tienen algún grado de instrucción desde secundaria terminada, pues representan el 76.4 por ciento de la población desocupada, mientras que, quienes no contaban con estudios completos de secundaria representaron el 23.6 por ciento.

El caso de José Luis Cortés, un desempleado de Mérida

José Luis Cortés Esquivel tiene 27 años de edad, con grado de ingeniero en biotecnología y una maestría en Ciencias del Mar obtenida en la UNAM. No padece ninguna disfunción o impedimento físico. No registra antecedentes penales. Lo único que no tiene es un empleo, un trabajo con salario.

Está sobrevalorado por los departamentos de Recursos Humanos de laboratorios, empresas, instituciones y dependencias de gobierno. Tiene más de dos meses buscando colocarse, si no encuentra, dice que laborará “en lo que sea”.

El caso de José Luis Cortés Esquivel es atípico en países desarrollados pero en México, específicamente, en Yucatán, es típico, ya que es la tercera entidad federativa con mayor porcentaje de desempleo de preparatorianos y profesionistas del país.

José Luis Cortés Esquivel mencionó que ha acudido a clínicas y laboratorios privados en la ciudad de Mérida, donde reconocen una sobrevaloración de su perfil, pero no lo contratan porque prefieren, dice, emplear a jóvenes con servicio social y pagarles mil o mil 200 pesos al mes.

Dichos laboratorios requieren profesionistas para desempeñar funciones especializadas, pero con sueldos pírricos de entre cuatro mil y seis mil pesos al mes, indicó el entrevistado durante su visita a la Feria del Empleo Juvenil organizada recientemente por el Ayuntamiento de Mérida, donde dejó varias solicitudes a la espera de ser llamado.