Claudia Ortiz/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Durante su investidura como nuevo canónigo del Cabildo Eclesiástico, monseñor Manuel Vargas Góngora juró obediencia a la Iglesia, al Papa y al Obispo, y eligió a la Virgen de Guadalupe como su santo patrono, para que guíe sus pasos en este nuevo encargo, que también lo llevará a cuidar el culto en Catedral.

Al inicio de la santa misa, el Arzobispo expresó que “elegimos este día para que Monseñor Manuel Vargas fuera admitido en este Cabildo Metropolitano de Yucatán como un nuevo miembro, cosa que nos da mucha alegría, como un reconocimiento respetuoso y con mucho cariño por todo su trabajo, dedicación, esfuerzo, sacrificio y por su atención al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en San Cristóbal”.

Monseñor Berlié añadió que con su trabajo en San Cristóbal, el padre Vargas Góngora hizo que el santuario progresara muchísimo, como en este año, cuando entraron a San Cristóbal 234 peregrinaciones.

“Se ha ido consolidando como un verdadero santuario de la Arquidiócesis y justo cuando vienen, particularmente, las fiestas de la Virgen de Guadalupe, emerge de una manera extraordinaria”, dijo.

“Así es que a Monseñor Manuel, a nombre del Cabildo de la Arquidiócesis de Yucatán y de sus dos hermanos sacerdotes, le deseamos muchas felicidades”, expresó.

Posteriormente, el padre Antonio Flores Cervera, presidente del Cabildo Eclesiástico, leyó el oficio de nombramiento. A través del cual expresó que “por cuanto se encuentra vacante una canongía en la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Mérida y conociendo las cualidades y probidad de vida que lo han caracterizado durante el ejercicio de su ministerio y después de haber consultado al Honorable Cabildo le conferimos y otorgamos el puesto de Canónigo Titular.

Alegría

Minutos antes de que iniciara la celebración eucarística, en la que recibió la investidura como canónigo, Monseñor Manuel Vargas Góngora comentó que es una alegría formar parte del Cabildo Eclesiástico y ser elegido por el Arzobispo, significa que “puedes ayudar en la definición de muchas cosas para el buen orden de la Iglesia y para cantar los salmos todos los días para alabar al Señor”.

Sobre sus nuevas funciones como canónigo, explicó que la principal es hacer oración todos los días, seguir trabajando en su capellanía en la iglesia de Santa Lucía y oír confesiones en la Santa Iglesia Catedral.

Recordó detalles de su vida sacerdotal y comentó que la inició en 1958 en la parroquia de Itzimná, donde estuvo dos años como vicario, luego pasó a la parroquia de San Francisco de Asís y de ahí lo transfirieron a San Cristóbal, donde estuvo 35 años.