Tras la consumación de la Independencia de México, el 27 de septiembre de 1821, otra fecha significativa se escribió en nuestra historia el 4 de octubre de ese año, cuando el teniente de navío retirado Antonio de Medina Miranda asumió el Ministerio de Guerra y Marina, encargado de todos los asuntos de guerra en mar y tierra. Así comenzó la travesía de la Armada de México en el país, dos siglos de ser parte de su desarrollo y salvaguarda de su soberanía.

A unos días de celebrarse el bicentenario de ese hecho histórico, recordemos de forma sucinta la creación de lo que actualmente es la Secretaría de Marina-Armada de México y de los primeros cuerpos de Infantería de Marina. El primer hecho se dio en el marco de la II Guerra Mundial cuando el 31 de diciembre de 1940, por acuerdo del presidente Manuel Ávila Camacho, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que elevaba a Secretaría de Estado el Departamento de Marina (creado en 1939) y recibió la denominación oficial de Secretaría de Marina (Semar), como institución militar nacional de carácter permanente al servicio del Estado.

El primer secretario fue el general de división Heriberto Jara Corona, proveniente de las filas del Ejército. Sus principales colaboradores fueron el contralmirante Othón Pompeyo Blanco Núñez de Cáceres y el comodoro Ángel A. Corzo y Castillo, subsecretario y oficial mayor, respectivamente. El comodoro David Coello Ochoa fue designado al frente de la Dirección General de la Armada, una de las áreas sustantivas (como hasta hoy) al fungir como órgano rector y coordinador del área operativa del poder naval de la Federación y responsable de la administración de los recursos humanos y materiales de la institución.

En este contexto resurge la Infantería de Marina, que hasta entonces literalmente no existía, pues en noviembre de 1940 sólo había dos jefes y seis oficiales. Las necesidades defensivas que exigía la guerra moderna, así como preservar la soberanía en costas nacionales, bases navales y de aviación, motivaron que a inicios de 1941 se crearan por Acuerdo Presidencial los tres primeros batallones: el primero en el puerto de Veracruz, el segundo en Puerto Cortés (Baja California Sur), y el tercero en Acapulco, dotados con elementos modernos para el combate (armamento, municiones y medios de transporte). Los mandos principales fueron militares provenientes del Ejército. Durante todo el sexenio de Ávila Camacho se organizó, reglamentó, incrementó, profesionalizó y consolidó esta arma de la Marina mexicana. Veinte años después, en 1960 se graduaba la primera generación de Infantería de Marina en la H. Escuela Naval de Antón Lizardo. 

Actualmente, las unidades de superficie y aéreas, así como la Infantería de Marina, son los pilares de la Armada mexicana, que han evolucionado desde 1821 a la actualidad, reafirmando el compromiso de emplear el poder naval de la Federación para la defensa exterior y coadyuvar en la seguridad interior del país en el mar, en el aire y en la tierra.

Fuente: Historial General de la Infantería de Marina, Tomo V. Semar, 2012.

Anexo “1”

Fundador de Chetumal

El almirante Tomás Othón Pompeyo Blanco Núñez de Cáceres fue un marino mexicano que vivió entre el México prerrevolucionario y posrevolucionario. Ingresó al Colegio Militar en 1885 y años más tarde navegó en la corbeta-escuela "Zaragoza" alrededor del mundo (primer barco mexicano en realizar esta hazaña).

En el estado de Quintana Roo se le recuerda como el fundador de Chetumal. No sólo consiguió la paz con los mayas, sino que trazó las primeras calles de lo que hoy es la ciudad capital del Estado, que en ese tiempo fundó con el nombre del ilustre gobernante novohispano Fray Payo Enríquez de Rivera, sin duda porque este virrey se preocupó por la exploración y control de este territorio, ya conflictivo desde esos años para el gobierno español. El 28 de septiembre de 1936, Payo Obispo adquirió el nombre de Chetumal. Así fue como este marino mexicano fundó una ciudad, con el objetivo de pacificar el sureste mexicano.

Othón P. Blanco pasó a situación de retiro el 1 de agosto de 1944 con el grado de Vicealmirante. Después de publicarse la Ley Orgánica de la Armada de México en1952, se le concedió, aún en el retiro, el grado que ostentó hasta el día de su muerte en 1959: Almirante del Cuerpo General de la Armada Nacional.