Sedena y Semar; dos generaciones
Daniel Uicab Alonzo: Sedena y Semar; dos generaciones
La semana pasada, de manera sorpresiva, anunció la presidenta electa Claudia Sheinbaum a los próximos titulares de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina. Decimos que de manera sorpresiva porque había dicho que lo haría al final de este mes “para evitar duplicidad de mandos”, lo cual es prácticamente imposible en las fuerzas armadas, porque no sólo se respetan los tiempos, sino que hay protocolos, escritos y no, para el relevo de mandos.
Inmediatamente después de revelarse los nombres del general de división Ricardo Trevilla Trejo para la Sedena, y del almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles para la Semar, aparecieron diversos comentarios de “especialistas” y otros no tanto respecto al porqué se decantó la próxima Presidenta por estos militares para encabezar dos dependencias estratégicas, hoy más que nunca, en el Gobierno.
Si bien hay una generación de diferencia entre Trevilla Trejo y Morales Ángeles –el primero es cinco años mayor que el segundo–, es decir, que cuando el general egresaba del H. Colegio Militar en 1983, el almirante apenas ingresaba ese año a la H. Escuela Naval, el currículum de cada uno está dentro de los parámetros que se espera de otros generales y almirantes (diplomados, maestrías, especializaciones, cursos y agregadurías en el extranjero, condecoraciones, reconocimientos, etc.), lo que evidencia la preparación académica y operativa continua y la experiencia de un soldado o marino que llega a la cúspide de la jerarquía militar; sólo bastaría ver los comunicados de prensa cuando se efectúan los relevos de mando de zonas militares y navales.
Algunos “analistas” han calificado al próximo titular de la Sedena como un “duro” en el Ejército, y a Morales Ángeles como menos operativo, lo que obligó a Claudia Sheinbaum, esta semana, a darles su respaldo y confianza, al señalar que ambos tienen una visión amplia sobre las funciones de las secretarías que mandarán, no tienen antecedentes (sic) y principalmente son afines a su proyecto de Gobierno. “Queremos seguir construyendo la paz y el desarrollo del país con todas las capacidades de estas dos grandes instituciones”, señaló.
Respecto a las trayectorias, el general originario de Campeche, de 63 años de edad, 46 ellos en la milicia, aparentemente tiene ventaja, pues casi todas sus comisiones han sido operativas, por la naturaleza misma de su carrera y funciones (es del arma de caballería); mientras que el almirante nacido en Oaxaca, de 58 años de edad, es del Cuerpo General (ingeniero en Ciencias Navales), abarca un amplio espectro en la Marina, pues –contrario a lo que mencionó una columnista nacional– ha sido comandante de buques y zonas navales (la más reciente en la entonces XI Zona Naval de Yucalpetén, en 2022), y destaca en labores académicas y de comunicaciones e informática.
También se ha mencionado la relación que tendrán los próximos jefes del Ejército y la Armada, habida cuenta de que los actuales tuvieron algunos desencuentros o simplemente no fue de gran afinidad, como es lo deseable. Estas versiones suelen ser falsas, porque lo cierto es que la relación entre generales y almirantes siempre ha sido de respeto mutuo y de colaboración. 2021 Trevilla y 2023 Morales.
Lo cierto es que esa brecha generacional entre los próximos titulares de Sedena y Marina no debe ser obstáculo para estrechar una relación institucional, impulsando el desarrollo del Ejército y la Armada, para el mejor futuro de la nación.
Anexo "1"
El más novel
Raymundo Pedro Morales Ángeles es el más novel de los almirantes de la Armada de México, pues apenas ascendió el año pasado, luego de que se le diera la responsabilidad del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), una de las obras insignias del presidente López Obrador, que busca conectar a los océanos Pacífico y Atlántico, En este proyecto estratégico, Morales Ángeles (segundo oaxaqueño en dirigir la Semar) tuvo la tarea de impulsar la creación de 10 polos de desarrollo (parques industriales), que tienen por objetivo atraer empresas e inversiones para el desarrollo económico de esa región del país.
No había nacido el almirante Morales Ángeles cuando un paisano suyo, Luis M. Bravo Carrera, asumía la Secretaría de Marina, por encargo del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976). Bravo Carrera estaba en situación de retiro, pero con renovados bríos asumió el mando de la institución. Fue en su periodo cuando llegaron al país 18 dragaminas de Estados Unidos, que fueron convertidos en Guardacostas (hoy quedan algunos como cañoneros) para la vigilancia en ambos litorales. También se emitió una nueva Ley Orgánica de la Armada que, entre otras cosas, desaparecía la denominación de grados del Ejército en la Infantería de Marina para ser también navales, luego vendría la autorización para que usaran lao “coca” los infantes egresados de la H. Escuela Naval, pero… esto merece otros acaecimientos.