|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Los cenotes de la Península de Yucatán se encuentran cada vez más contaminados con componentes de origen humano, entre los componentes emergentes más detectados se encuentra la cafeína (orina humana), tres tipos de fármacos (diclofenaco, ibuprofeno y naproxeno) y componentes de productos de higiene personal. Sin embargo, también se puede encontrar contaminantes que se filtran a través del suelo, según informó la Dra. Elsa Noreña, de la Facultad de Química de la UNAM, en Sisal, Yucatán.

En el tema del agua en Yucatán, sobre todo de cara al crecimiento acelerado en Mérida y en la costa yucateca, hay dos temas: la cantidad del agua y la calidad, en términos de dos factores; el primero, que no haya extracción acelerada del agua, lo que trae como consecuencia que exista la introducción salina, generando que el agua ya no sea útil para el consumo humano; la segunda, relacionada con la calidad, son todos los contaminantes de las actividades que realizamos, lo que implica un aporte de contaminantes que antes no estaban, sobre todo si cada vez somos más personas e industrias. El desarrollo es bueno, ya que genera empleos, pero también es un reto, pues tiene su lado negativo y es importante saber cómo ésta el sistema para tomar medidas a tiempo y evitar contaminar el agua.

La investigadora explicó que el estudio se realizó en 19 cenotes, de los cuales 10 se encuentran en Cuzamá y Homún, la zona del anillo de cenotes turísticos, 4 en el este por Dzilam González, y 5 por Sisal y Celestún. Los muestreos se hicieron en la temporada de secas y lluvias, en el 10 por ciento encontraron que la cafeína es un contaminante emergente, para ello utilizaron una herramienta como trazador químico de presencia en las aguas residuales de origen humano y no en los otros seres vivos. La cafeína es una sustancia que está en muchos de los productos que consumimos los humanos, como el café, té, chocolate, bebidas energéticas, crema para las arrugas y fármacos.

Si encontramos cafeína en el acuífero en la Península de Yucatán, en la zona marina y en la ciénaga, quiere decir que hubo aportes de aguas residuales no tratas o no filtradas de origen humano. Asimismo, recordó que en 2012 realizaron investigaciones, pero no pero encontraron cafeína en todos los cenotes.

Como parte del estudio, realizaron una batería de análisis de calidad del agua, en conjunto con el Dr. Nuno Simoes, de la Facultad de Ciencias, y la organización civil Calambio. Midieron fármacos de alta prescripción que son diclofenaco, ibuprofeno y naproxeno, y tres productos de cuidado personal como son la Oxibenzona, que se usa en los filtros solares, el N,N dietelmeta-toluamida (DEET), que es el principal activo de los repelentes, y Triclosán, que es un agente antibacteriano y usa en la elaboración de los shampoo y pastas de dientes.

No hay que olvidar que el agua subterránea es la única fuente de agua potable para la población en la Península de Yucatán, ya que no cuenta con ríos superficiales, y aun que se compre agua de garrafón, el agua que se extrae es del acuífero.

La investigadora recordó que el año pasado participaron con grupos y alianzas para proteger el acuífero no sólo de Yucatán, sino de la Península completa, y en esa alianza participan fundaciones como la Gonzalo Río Arronte, Claudia y Roberto Hernández, además del proyecto que está en camino para medir la calidad del agua y los flujos de los niveles de agua en los pozos será financiado por National Geografic.

Por último, la científica de la UNAM, nos recordó que en Yucatán existen diversos reportes de que entidades como las granjas porcícolas contaminan, al igual que la agricultura.

Lo más leído

skeleton





skeleton