Actuemos hoy
La humanidad vive confiada en que los recursos naturales son infinitos...
La humanidad vive confiada en que los recursos naturales son infinitos, pero estamos en déficit “planetario” porque utilizamos un 50% más de lo que la tierra puede darnos. El futuro es desalentador si no se cambia de rumbo, más si pensamos que para 2050 una población de 9 mil millones requerirá alimentos, energía, vivienda y agua junto a la convivencia con el resto de los seres vivos del planeta… La situación se pone color hormiga. Somos una población numerosa que está en franco crecimiento y a medida que se va incrementando la calidad de vida (en unos pocos) se crea más presión sobre los bosques, la sobre pesca se hace presente, contaminamos ríos y lagos, deforestamos, generamos contaminación y ni qué decir del grueso de la población, pobres que deben sobrevivir y harán lo que el instinto les ordene.
Podríamos asegurar la convivencia de los 9 ó 10 mil millones de habitantes para el año 2050 si es que sin falta y de manera rápida logramos no arrasar con más bosques y potenciar las explotaciones forestales certificadas (unos 6,000 metros cuadrados de bosque tropical desaparecen cada segundo); optimizar el agua para consumo humano, industrial, agrícola, pecuario, minero, entre otros; si logramos también elevar los rendimientos en la agricultura sin aumentar su huella ecológica; reducir la generación de sustancias contaminantes y peligrosas para darles el uso, almacenamiento, tratamiento y disposición final adecuados; habilitar las tierras que están degradadas o afectadas por la erosión para evitar la apertura de nuevos terrenos agropecuarios; reducir el consumo de energía en todos los escenarios valiéndonos de la optimización en su uso, la educación, el desarrollo tecnológico que favorezca a esa disminución; preservar la salud de los océanos dejando de convertirlos en vertederos de desechos y aprovechar con sostenibilidad los recursos que nos brindan y educar a la población, ya que de otro modo es una utopía pretender dar solución a los problemas que se agravan.
La educación como base del cambio debe ser agendada como prioridad mundial. Este es el momento de comenzar porque nos tomará tiempo diseñar y aplicar una nueva “ingeniería de modo de vida”.