Hace algunos días tuve la fortuna de platicar con don Bartolo Canché Pech, hombre de 95 años nacido en el tuch del mundo, es decir, el poblado de Muna. Durante toda la vida, don Bartolo se dedicó a la agricultura, hombre de monte que conoce todos los secretos de la naturaleza y de la vida. Este gran personaje equivale a una inmensa biblioteca que guarda todo el conocimiento, todos los saberes, los secretos de los dioses, platica con los aluxes, alimenta a sus cuidadores, conoce el lenguaje de las aves, puede predecir el tiempo con facilidad tan solo con interpretar los cambios en la forma y volumen de la sal.

Conoce muy bien las diversas plagas que pueden afectar su plantación de maíz y de otras plantas.

Nos platica que un día recibió la visita de un ingeniero agrícola, quien le comentó que si conocía la plaga de gusanos que estaban afectando su plantación de maíz, él responde que sí. Nuevamente el técnico le pregunta si sabe como diezmar a la plaga de gusanos que se estaba comiendo sus plantas, nuevamente menciona que sí, entonces el ingeniero le pregunta cómo lo hace, menciona que tiene que recoger de las plantas ciertos gusanos para que haga un pib y posteriormente las invocaciones y después, ya no habrá ningún gusano en las plantas.

El ingeniero le responde irónicamente que tendrá mucho trabajo, recogiendo gusanos de las plantas para hacer su pib. El ingeniero le explica que es más fácil aplicar un pesticida entre las hojas de las plantas para acabar con los gusanos. Don Bartolo se queda pensando y nos explica que él aprendió de sus abuelos a controlar las plagas, por que hace muchos años no existían pesticidas.

Luego nuevamente interviene en la plática con su análisis señalando que los pesticidas lejos de acabar con las plagas, resolviendo de manera rapida el problema, también genera enfermedades, ya que se envenenan las plantas, envenenamos la tierra y nos envenenamos propiciamos enfermedades. Los químicos afectan enormemente al ambiente y recalca categóricamente que como milpero el nunca ha utilizado pesticidas en su milpa ni en sus hortalizas.