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Tengo noción de las circunstancias de la vida a partir de la sexta década del siglo pasado y no recuerdo haber vivido un año tan controversial y complicado como ha sido para toda la humanidad de marzo 2020 a la fecha.

El 2020 ha sido un año más que difícil y duro para la clase trabajadora y su familia; para la clase empresarial; para la sociedad en su conjunto; para la economía, especialmente la de nuestro país; para los distintos órdenes de gobierno, aun cuando a nivel federal se diga que todo está controlado y que todo estará más que bien en el presente año.

Durante el 2020, miles de familias han perdido en nuestro país al menos a un ser querido por causa de la incontrolable pandemia; también hemos perdido a seres que amamos y/o admiramos, amistades cercanas, personas conocidas, etc.

Nuestras formas de vivir y convivir han cambiado de manera radical de la noche a la mañana y esos cambios todo indica que llegaron para quedarse, pues el fin de la pandemia, aun con la reciente vacuna, parece que en nada modificará nuestra ya normal forma de vivir.

El uso de cubrebocas, gel antibacterial, sanitizante, lavado frecuente de manos, guardar la sana distancia, careta protectora, evitar la reunión de más de dos personas en un mismo lugar y en un mismo tiempo y no tocarnos la cara sin la higiene adecuada son parte esencial ya de nuestra nueva normalidad.  

Con toda persona con quien trate, asuma que puede ser un portador en potencia y, por ello, extreme las medidas de protección personal sin dejar de hacer lo que esencialmente deba hacer.

La respuesta de los sistemas de salud en nuestro país ha evidenciado su gran fragilidad e insuficiencia para atender la creciente demanda de atención médica; la comunidad médica que enfrenta a este gran flagelo está diezmada y poder obtener una recarga de oxígeno quizás sea hoy día más necesario que conseguir un garrafón de agua purificada.

No obstante que la ciencia médica ha desarrollado en tiempo récord una vacuna contra Covid-19, proteger a toda la población del mundo llevará entre tres y cinco años; quizás más.

Cuando llegue su turno para recibir la vacuna, acuda al llamado ordenada y oportunamente y ya recibida ésta, continúe observando las medidas de protección y seguridad personal y familiar.

Agradezco su confianza y preferencia al leerme cada semana en Novedades Yucatán, Quintana Roo, Chetumal y Campeche; por verme y escucharme en SIPSE Noticias más Temprano, en Yucatán Habla Claro y en TVCun.

Sólo pido al Señor que el próximo 02/01/2022 podamos, a través de este espacio, compartirle un nuevo mensaje de gratitud, aliento, bienestar y prosperidad.

 

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