El Templo del Adivino de Uxmal destaca por su volumen, sus grandes dimensiones y su solidez pétrea. Sin embargo, la acción del tiempo y los factores climáticos han contribuido de diversas maneras a su deterioro. El huracán Gilberto que impactó con violencia inusitada el sur del estado en 1988 afectó enormemente al imponente edificio, ya que en su interior se filtró una gran cantidad de agua propiciando una afectación estructural.

Para recuperar la estabilidad del monumento se planteó un programa permanente de mantenimiento y restructuración a lo largo de trece años, con el fin de garantizar la estabilidad del edificio. Esta labor de conservación se elaboró desde la perspectiva de la arquitectura y de la conservación y empleando normas internacionales aprobadas por la Unesco, entre otras medidas. Con las técnicas arqueológicas fue posible entender el sistema constructivo del edificio.

A partir de la interdisciplinaridad pudimos apropiarnos de una mayor cantidad de datos para tener una mejor lectura de los factores que incidieron en el problema estructural y entender la secuencia arquitectónica en un contexto espacial; con el sustento teórico fue posible decidir la mejor  manera de restaurar esa joya de la arquitectura del Puuc.

Comenzamos con el diagnóstico acertado del doctor Pablo Chico Ponce de León, especialista en arquitectura, el cual sirvió de referencia y además fue retomado por la empresa Colinas del Buen que realizó el análisis de los materiales del Templo del Adivino.

Hicimos un recuento de los antecedentes relacionados con las descripciones de los primeros viajeros exploradores que estuvieron en Uxmal a mediados del siglo XIX; también la evaluación del deterioro que presentaba el edificio; dimos continuidad al programa trazado en cada una de las temporadas de trabajo de campo relacionadas con la restauración del histórico inmueble.

También nos avocamos a los análisis cerámicos, la interpretación de la secuencia arquitectónica a partir de los datos recuperados y sobre todo el potencial de la información que fue posible rescatar en las calas de sondeo y excavaciones verticales en el Templo del Adivino.

Los trece años de trabajo de conservación que se realizaron en el edificio permitieron alcanzar la estabilidad del inmueble y arrojaron información relevante con la que se ha logrado hacer una reconstrucción virtual de la secuencia arquitectónica de Templo del Adivino, uno de los edificios principales de la zona arqueológica de Uxmal.