Tormentas, tornados y huracanes

Columna de Ramón Pérez: Tormentas, tornados y huracanes

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La Península de Yucatán y los estados del Golfo de México han estado expuestos a situaciones climatológicas muy adversas, con lluvias y algunos vientos, lo que ha dado pauta a mucha gente irresponsable para inundar las redes sociales con mentiras, diciendo que hay un huracán cerca y, lamentablemente, hay gente que lo cree y sin confirmar con la autoridad la veracidad de la información.

Ante esta penosa irresponsabilidad, quiero compartir información al respecto resultado de mi experiencia e investigaciones periodísticas sobre el tema.

Tormentas, tornados y huracanes, estos tres fenómenos tienen mucho que ver entre ellos, y su clasificación depende, entre otros, de la potencia de sus vientos y lo letales que puedan llegar a ser y no necesariamente son lo mismo.

Para empezar, es necesario entender que existen varios términos para determinar los estados del tiempo. Por ejemplo: una onda tropical es una depresión invertida que se mueve de este a oeste a través de los trópicos, también están las perturbaciones tropicales, que son sistemas meteorológicos tropicales de entre 160 y 482 kilómetros de diámetro, que se originan en los trópicos y pueden o no estar asociado con una perturbación detectable del campo de viento. Los tornados, tormentas y huracanes pueden llegar a ser similares en su estructura general y causar mucho daño, pero hay una gran diferencia.

La más obvia, según los meteorólogos, es que tienen escalas drásticamente diferentes. Todos estos se forman en diferentes circunstancias y tienen diferentes impactos en el medio ambiente, pero los tornados específicamente son circulaciones a pequeña escala, cuyo radio podría alcanzar entre 1.5 y hasta 2 kilómetros. Entre tanto, los huracanes que tocan tierra, a menudo van acompañados de múltiples tornados y normalmente vienen de una formación anterior con escala menor.

Por su parte, las tormentas tropicales son fenómenos muy definidos desde su nacimiento, pero para entender este concepto, primero hay que entender qué es un ciclón tropical; es un sistema de baja presión que se desarrolla sobre aguas tropicales y, a veces, subtropicales y tiene una circulación de viento cerrada alrededor de un centro bien definido.

Una tormenta tropical se define así por ser un ciclón tropical con vientos que tienen una velocidad de entre 62 km/h y 117 km/h. Los vientos determinan la fortaleza de los daños y entre más velocidad tengan, más fuerte será su paso y así mismo la devastación. Es, según la velocidad, un paso antes de que se formen huracanes.

Las tormentas tropicales pueden ser devastadoras, las inundaciones por lluvias torrenciales y el tiempo severo, pueden causar daños extensos, como el caso de “Cristóbal” que nos impactó en 2021. Sin embargo, hay que enfatizar que los huracanes son las tormentas más grandes y violentas que puede haber sobre la tierra.

Los huracanes viajan miles de kilómetros, persisten durante varios días y, durante su vida, transportan cantidades significativas de calor desde la superficie a las grandes altitudes de la atmósfera tropical. Por otra parte, al tocar tierra los huracanes se debilitan porque ya no tienen una fuente de alimentación de los océanos.

Sin embargo, cuando su potencia es tan fuerte, alcanzan a causar grandes daños cuando se adentran en tierra debido a sus vientos y a la lluvia que generan a su paso. El daño que produzca un huracán o un ciclón tropical puede establecerse según su categoría, cuya escala es de 1 a 5.

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