Juré y perjuré que en esta colaboración no iba a echar rollo sobre política electoral u electorera que, para los fines correspondientes, es lo mismo; de la bochornosa “grilla” que, en etapas calóricas extenuantes como las de ahora, te hace ver visiones bien “espectrianas”. En fin.
De todas maneras, incumpliré mi palabra de ex aspirante al sacerdocio para dar paso a la siguiente de fariseo, siquiera un “chen” aprendiz de ser humano “impío”, para mencionar el reciente despapaye en materia electoral que caracteriza al sistema político mexicano.

Por si no lo sabían, estimados lectores y lectoras, Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco”, mandatario con licencia de Nuevo León y primero en la historia contemporánea de México en ganar una gubernatura por la vía de la candidatura independiente, siempre sí participaría en la contienda presidencial por obra y gracia de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes validaron lo que el Instituto Nacional Electoral (INE) había, previamente, rechazado porque el regiomontano, simplemente, hizo chafa en la recolección de sus firmas electrónicas para tener derecho a la justa presidencial bajo el esquema ciudadano o “sin partido”.

Resulta que los “mandamases” del Tribunal Electoral, máxima autoridad para sancionar comicios en México, incluso la elección del gremio de “avecillas de la madrugada”, vulgus, prostitutas, que realiza dicho gremio en la Ciudad de México, entre otras entidades del país, dijeron que siempre sí a la candidatura de “El Bronco”, no obstante que este tipo, un ex priista que conoce la fórmula de levantamuertos para hacerlos votar, provocó que más de 16 mil idos a saludar a Pedro Infante estamparan sus firmas electrónicas con todo y credencial de elector. ¡Ah, bárbaro!

Luego, entonces, se ha desatado la polémica del porqué le volvieron a abrir la puerta a Rodríguez Calderón, si se demostró hasta la saciedad que fue más chanchullero que Elba Esther Gordillo en sus tiempos de emperatriz de la demagogia, politiquería y tiranía del PRI-nosaurio, aunque PAN-uchos y “P-e-RDeredistas”, le aprendieron muy rápido a su partido mentor.

PRIMERA CAIDA.- Sencillo: “El Bronco” entra a la contienda porque el INE, primer culpable, validó la candidatura de la también independiente y ex panista Margarita Zavala de Calderón, quien también es fraudulenta aunque con menos firmas electrónicas. Hizo chafa, al fin y al cabo.
SEGUNDA CAIDA.- El único partido que se beneficia con la entrada de “El Bronco” es el PRI y su candidato “Pepe Meadazo” porque, de alguna manera, el regio pulveriza un tanto más el voto.

TERCERA CAIDA.- No cabe duda: el sistema ya entró en acción. Qué poca progenitora.