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Dicen que todas aquellas experiencias que tenemos desde el inicio de nuestra vida se van fusionando para conformar la imagen que tendremos de nosotros mismos en la edad adulta. Es así que mientras los años van pasando, nos aseguramos, aunque no nos demos cuenta de ello, de que nuestras acciones, elecciones y medidas sean compatibles con esa persona que creemos ser según nuestras experiencias.

Si las vivencias pasadas te hicieron sentir amado, deseado y protegido, con seguridad vas a tomar decisiones que vayan encaminadas para replicar esas emociones, sentimientos y sensaciones. Lamentablemente, hay quienes por diversas causas experimentaron circunstancias no tan positivas. Es probable que ello los lleve a repetir un patrón, que aunque no sea el mejor para sí mismos, se vuelve su modo de vida.

El amor propio es fundamental para modificar las creencias negativas y erróneas que se puede tener sobre uno mismo. Cada persona tiene la capacidad de aprender a amarse para encaminar su vida hacia las experiencias que desea vivir. Con ello se rompen muchas cadenas que a la larga dañan la salud y paz mental.

Hay una propuesta que Walter Riso expone en su libro “Enamórate de ti”, se trata de cuatro soportes para lograr lo que él llama un “yo sólido y saludable”. Creo que todas las personas deberíamos en algún momento detenernos para pensar y analizar qué tan positiva es la imagen que tenemos de nosotros mismos y de qué manera hacerla mejor cada día.

Los cuatro soportes de Riso son: El autoconcepto, se trata de lo que piensas de ti mismo; la autoimagen, se refiere al agrado o desagrado que sientes por ti; el autorreforzamiento, indica qué tanto te premias, y la autoeficacia, que no es otra cosa que la confianza que tienes en tu persona. En sus páginas, como es su costumbre, Walter invita a las personas para poner manos a la obra para afianzar el amor propio.

Al leer este ejemplar pensé que en ocasiones el ser humano puede llegar a ser muy injusto consigo mismo. Es capaz de mover cielo, mar y tierra por alguien más, estar pendiente de las necesidades de sus seres queridos, procurar atenciones, detalles y palabras hermosas cuando está enamorado, pero es muy poco frecuente que se detenga a pensar en su persona, en sus virtudes, el amor propio puede llegar a ser nulo, y eso no es algo bueno.

Creo que debemos dejar de normalizar el “no soy capaz”, hacer a un lado el pesimismo, olvidarnos de todo aquello que nos aleje del amor propio. Es momento de enamorarnos de nosotros mismos, reiniciar nuestro autoconcepto y dejar de lado las experiencias pasadas que puedan dañar la imagen que tenemos de nuestra persona.

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