Héroes de verdad
Adriana Marín Martín: Héroes de verdad
Siempre me esforzaré por ser valiente, por dar un paso al frente al tiempo que confronto mis temores William H. McRaven
La primera vez que leí a William H. McRaven fue a través de su libro Tiende tu cama, hasta ese momento me pareció un excelente autor, capaz de transmitir a sus lectores una inspiración intensa para procurar una mejor vida. Fue cuando me encontré con su obra El código del héroe que McRaven arrebató por completo mi atención, con ese pequeño ejemplar de 170 páginas me quedó claro que este hombre es un ser humano excepcional, del cual tenemos mucho que aprender.
Antes de escribir libros William fue durante 37 años SEAL de la Armada, donde se desempeñó como comandante en todos los niveles, al retirarse fue canciller del Sistema de la Universidad de Texas de 2015 a 2018. Tal vez no todos lo sepan, pero este individuo fue el comandante a cargo de la operación que ejecutó a Osama Bin Laden.
Un historial como el suyo es indiscutiblemente el libreto perfecto para un héroe de película, pero él asegura lo contrario. Aunque su segundo libro inicia con un relato en el que explica que desde muy pequeño se sintió atraído por los súper héroes que salvaban al mundo de los nazis, detenían a los alienígenas y derrotaban a los delincuentes, William comparte su lado más espiritual al expresar que a lo largo de sus viajes por el mundo se encontró de frente con lo peor de la humanidad mirando la guerra, la enfermedad, la pobreza y la crueldad tan de cerca que le parecía irreal.
Sin embargo, dice que en esos mismos años vio también lo mejor de las personas, conoció a hombres y mujeres que vivían procurando la paz, a otros que no dejaban de buscar la cura para algunas enfermedades, expresa que miró a gente compasiva calmando la pobreza, poniendo su grano de arena para lograr un mundo mejor, también describe a quienes sin poseer un panorama fácil hacían que su paso por el mundo sea único y conmovedor. A ellos llama y señala el autor como auténticos héroes.
Mientras leí sus experiencias descubrí que en mi camino me he topado con personas verdaderamente admirables, que, si bien no llevan capa, y pasan en su mayoría desapercibidas por la vida, son en realidad seres dignos de admirar. Están en esa lista la persona que sin tenerlo todo ha logrado con su trabajo, esfuerzo y dedicación, alcanzar sus anhelos y metas; o ese alguien que aunque muy pocos lo saben lucha a diario contra alguna enfermedad incurable, pero se despierta con la sonrisa en los labios, retando al dolor y disfrutando de lleno la vida. Pensé también en ese sujeto que lleva sobre los hombros heridas de la infancia, problemas pasados y continúa avanzando aunque la carga no sea ligera. Me detuve un momento y los identifiqué, ellos son héroes, gente que inspira, que da todo, que lucha por continuar. Ellos sin duda dominan el código del héroe de William McRaven.