Piensa en grande
Adriana Marín Martín: Piensa en grande.
Fue durante una tarde entre amigas, de esas que se dan a menudo y en las que cada una le pregunta a la otra: qué tal estás, cómo te va, qué me cuentas de fulano, y qué tal te va con mengano, cómo te sientes con respecto a aquello, bla, bla, bla… cuando descubrí que una pregunta simple y cotidiana, puede causar gran impacto y sacudir el ser.
Todo acontecía con normalidad cuando de repente la protagonista del relato tiró la bomba, la que me gusta llamar de mecha corta, porque gira, da muchas vueltas y amenaza con estallar pronto. Fue un momento en el que el pabilo pequeño atiborró a mi grupo de amigas de segundos llenos de adrenalina, de esos que retan al tiempo, a las buenas costumbres y a la moral.
La plática rutinaria, simple y cotidiana entre mujeres, se vio amenazada por una pregunta, pero no era cualquier interrogante, porque pude notar que la respiración de todas se tornó agitada; ya que miraron de modo disimulado hacia varios lados… sinceramente yo no sabía si correr o ponerme a llorar.
La pregunta incómoda que ha causado esta narración fue: ¿estás consciente de que vives brincando un juego que te lleva a resultados llenos de mediocridad?
El silencio abrazó la mesa, se hizo presente e inundó el ambiente… me preocupé, la situación era por mucho incómoda, pero en el fondo todas sabíamos que era necesario.
Tal vez la preguntona ruda del grupo sonó un poco hiriente, pero fue en ese preciso momento para quién recibió la cuestión, el mal necesario que todos requerimos alguna vez en la vida. Algo así como el sacudón del universo que si te empeñas en dejar pasar regresa y lo hace con más fuerza.
Nos dimos cuenta de lo mal que se sentía nuestra amiga al escuchar la pregunta, lo peor es que era a raíz de sus propias decisiones. Al terminar la velada me retire con varias interrogantes: ¿por qué nos gusta apostar por menos?, ¿para qué invertimos donde sabemos que no habrá resultado?, ¿a qué le tememos como para no dejar algo que nos lastima?
Sabía dónde encontrar una respuesta objetiva, fui al librero y me puse a mirar cuál de ellos tenía entre sus páginas algo que me deje en claro el comportamiento de mi amiga preguntona y, por supuesto, de la víctima de la situación.
Y allí lo encontré, de portada verde, con guiños amarillos, se llama “Piensa en grande para hacerla en grande”, lo mejor de todo es su interior, llamativas páginas azules que al rozar las manos regalan caricias que llegan al corazón. Su creador es un emprendedor serial, inversionista participante del programa Shark Tank México, es Marcus Dantus, ¿cómo no?
“El miedo es la principal constante en todas las personas, la única diferencia es, que algunas lo han sabido dominar mientras que otras se han dejado dominar por él”. Este es el consejo del tiburón que invita a sus lectores a dejar los temores, a retar los pensamientos mediocres para atreverse a pensar en grande. Jamás te permitas ser parte de un juego que solo te lleva a la desilusión.