Renovar la Educación Básica
Alejandro Castro Escalante: Renovar la Educación Básica
A más de un año de que las familias se hicieran cargo de la educación de sus hijos y a unas pocas semanas de que concluya el actual ciclo escolar, es justo y necesario hacer un extensivo reconocimiento a todos los padres y tutores que estuvieron atentos y participaron en la educación a distancia de los millones de niños y jóvenes de educación básica durante las clases virtuales. Este empírico esfuerzo colectivo de quienes se hicieron responsables de los alumnos rompió los viejos moldes de cómo enseñar y al mismo tiempo promover valores humanos fundamentales para vivir armónicamente y evolucionar juntos en un ambiente de paz en el hogar. El principal desafío que nos planteó la pandemia fue la necesidad de encuadrar los contenidos de estudio a programas televisivos que, en muchos casos, no despertaron el interés de los alumnos por seguirlos aun cuando contaron con los medios para ello. Con la implementación del programa “Aprende en Casa”, no se dieron los resultados esperados por la premura y la improvisación con la que se elaboraron los programas televisivos.
Este fracaso del trabajo a distancia y el anunciado regreso gradual a las clases presenciales obliga a la Secretaría de Educación Pública a trabajar urgentemente para restructurar el sistema educativo y todos sus planes de estudio. Aunque el problema del estancamiento y rezago educativo ya era muy serio desde décadas atrás, lo insólito es que, en pleno siglo XXI, siguiéramos con un modelo educativo obsoleto donde la informática estuviera ausente. Los propios maestros se dieron cuenta de su incapacidad al no estar preparados para utilizar las tecnologías, las técnicas y metodologías más adecuadas y qué decir de los planteles escolares que no cuentan con el equipamiento mínimo para capacitar a los alumnos en su aprendizaje utilizando las tecnologías digitales.
Urge cambiar a la Educación Básica que actualmente trabaja indistintamente con programas de estudio del 2011, y todas sus modificaciones hasta la actualidad, los alumnos terminan su preparación en la escuela después de 18 años de escolaridad y más del 90 por ciento de todo lo que aprendieron se les olvida. Ya no se acuerdan cómo resolver problemas de álgebra, de química, las reglas ortográficas, todo esto son parte de las limitaciones del modelo educativo. La pandemia resulta ser un parteaguas para abrirnos la visión de cómo puede ser la educación.
Las cifras oficiales sobre a deserción escolar a causa de la pandemia son maquilladas, la estiman entre un 2 y un 3.5 por ciento de la matrícula, cuando en muchos de los casos más de la mitad del grupo abandonó su aprendizaje. La justificación del abandono escolar se debió principalmente a casos lamentables donde los alumnos perdieron a uno o a ambos padres y no pudieron continuar por falta de apoyo, en otros casos los padres decidieron que los niños pierdan el año. El reto apremia, el regreso ya inició en catorce entidades y los contagios obligaron a cerrar escuelas de nuevo, la población no está segura a pesar de la vacunación y los niños son los más vulnerables al riesgo de contagio.