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Después de superar la incertidumbre, el inevitable regreso a clases a distancia sucedió con algunas confusiones y contratiempos para padres y alumnos, algo no muy diferente a como concluyó el ciclo escolar pasado. La emoción de los alumnos por retomar su aprendizaje contrastó con los nervios y carreras de los padres por sintonizar los canales donde se transmitían las clases que, a juzgar por ellos, no fue tan exitoso. En una extraña atmósfera, donde la educación virtual y el trabajo fuera de casa se juntaron, provocó un fuerte desajuste en los horarios familiares y poca atención por parte de los padres hacia sus hijos, además de las complicaciones por el uso de aparatos electrónicos.

El caos familiar se gestó días atrás, cuando algunos abuelos se hicieron cargo de sus nietos, ya que los dos padres trabajan y no podían dejar solos a sus hijos en casa. Estos primeros días fueron perdidos, todo fue confusión, los abuelos no sabían si las clases eran en la televisión abierta, la de paga, por Zoom o por Facebook. Otros se complicaron el día con los horarios y canales de la programación de Aprende en Casa II, los que no sintonizaron el horario matutino debieron ver las retransmisiones después de las 10 de la noche. Algunos se quedaron sin energía eléctrica. Quienes tuvieron oportunidad de quedarse en colegios de paga igualmente pasaron apuros con sus hijos, el desconocimiento del ingreso y navegación en las plataformas como Zoom les impidieron conectarse a tiempo o simplemente no ingresaron. En estos casos las clases virtuales fueron interrumpidas cada 40 minutos, que es el tiempo que les otorgan de manera gratuita, sin embargo, algunas madres de familia expresaron: “Las clases en TV no me gustan, mi hijo no pone atención, la clase de Zoom es más interactiva y su maestra lo está vigilando”.

Al final no todo fue miel sobre hojuelas, Zoom, la plataforma de encuentros por videoconferencia, presentó problemas en México y constantemente en las pantallas de computadoras y tabletas de alumnos aparecían mensajes como: “El anfitrión tiene otras reuniones en curso” o “esta reunión ha terminado”, por lo que el primer día de clases no rindió. Quienes vieron las clases por televisión también se refirieron a los horarios de la programación de las clases que no coincidieron con los otorgados previamente por los profesores, lo que les causó confusión, de momento pasaban cosas de cuarto grado y luego de tercero, además de que los maestros los distraían con mensajes de WhatsApp. Igualmente, los maestros están desconcertados, por un lado, les dicen que vean los programas en la televisión y les envíen tareas a sus alumnos, a otros les dicen que sólo califiquen las tareas de la TV, a unos más se les dejó trabajar de acuerdo con los recursos de su comunidad educativa y la Segey los está invitando a usar su plataforma Kaambal, algo parecido al Google Classroom. Paciencia y dejemos al barco tomar rumbo.

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