Mi código de ética de moderador
El poder de la pluma
Los candidatos promocionan propuestas ante un electorado ávido de respuestas a los diversos problemas sociales. Es natural que en las campañas esas propuestas sean atractivas, pero a veces no son bien presupuestadas y aterrizadas a la factibilidad de su instrumentación o no son de la sola competencia del Poder Ejecutivo.
El moderador debe escrutar y ponderar los planteamientos para generar una visión más clara de la viabilidad de los mismos para:
a) Examinar la realidad del diagnóstico.
b) Examinar la factibilidad social, en infraestructura o presupuestal de la propuesta.
c) Buscar nuevos enfoques omitidos en la propuesta.
Para ganar credibilidad y peso moral en las argumentaciones el moderador debe tener:
1) Datos estadísticos del entorno de la propuesta.
2) Hechos o diagnósticos respaldados con pruebas que soporten sus afirmaciones.
3) Enfoques omitidos a las propuestas que sean lógicas, razonables y constituyan parte fundamental del problema que ataca la propuesta.
Se ha observado el desvío de respuestas por parte de los candidatos en las siguientes situaciones y que justifica la moderación:
a) Concentrarse en los beneficios de la propuesta, pero no en la implementación de la misma.
b) Denostación a sus contrincantes (aquí no se deberá moderar por la libertad de expresión).
c) Ante la falta de conocimiento divagan en intenciones, pero no en soluciones.
d) Se enfocan en una parte de la solución, pero no en la contestación integral del problema planteado.
Qué debe estar prohibido al moderador:
• No hacer, derivada de la propuesta, una pregunta.
• Calificar la propuesta como negativa o positiva.
• No exponer réplicas largas con adjetivos que tornen emocionales los argumentos y resten protagonismo al candidato.
• No insistir cuando una réplica no fue contestada a satisfacción del moderador.
Sólo aclarar parte de las propuestas y no acotar respuestas contribuye a un debate pobre.
El ciudadano debe tener mayor capacidad de decisión ante propuestas superficiales, el ejercicio de moderación coadyuva a este hecho.
El moderador presta un servicio informativo de alta calidad al elector: hacerle entender la veracidad de la necesidad y la viabilidad de solución de las propuestas.