El Infonavit tiene una función social: otorgarles a los trabajadores un crédito para vivienda; se justifica porque, si bien muchos tienen capacidad para pagar las mensualidades, los enganches que piden los bancos para casas nuevas, que son del 10% al 20%, no pueden cubrirlo. Los bajos salarios no les permiten ahorrar y es esta institución el único medio de hacerse de un inmueble.

Sin embargo, estos clientes cautivos han sido carne de cañón para abusos como los créditos de saldo en veces de salario mínimo que conforman bolas de nieve en las finanzas familiares y que hoy sufren cerca de 5 millones de mexicanos -el 40% de la cartera-. Esta modalidad prohibida por rapaz para la banca privada ya no está vigente a partir de 2016; de hecho, hubo un programa piloto para acabarlos, pero solo abarcó 17 mil créditos y fue para cambiarlos de saldo en veces de salario mínimo a inflación, lo que resulta peor porque sube más la inflación que los salarios.

Los créditos en veces de salarios mínimos funcionaban igual que un préstamo normal: te otorgan dinero y pagas mensualmente capital e interés, pero existía una cláusula que mencionaba que el capital no era en pesos sino en veces de salario mínimo, por lo que si éste aumenta lo hace también el saldo de tu crédito.
Si quieres ir a la banca privada a sustituir tu crédito Infonavit, no lo toman, porque el saldo de tu préstamo o se les hace chico, quieren montos de más de 350,00 pesos.

Pero veamos las cifras del Infonavit: utilidades en 2017 de poco más de 23 mil millones de pesos; en 2016 y 2015 le fue mejor, una rentabilidad sobre su patrimonio de 11.8%, un 25% más que el promedio de los bancos suizos. De hecho, en inversiones bancarias tiene 138 mil millones, que equivale a 3 años del presupuesto de Yucatán o una refinería de gasolina. Para darles una idea, Banamex obtuvo 24 mil millones en 2017, cifra histórica, y es de los bancos más rentables del mundo, con 14.7%. Si comparas la rentabilidad del Infonavit con los bancos grandes estaría en los primeros, ¿esa es su función?

Verónica es una persona que lleva pagando 6 años y hoy debe más y no puede cambiar su crédito en veces de salario mínimo. ¿Es justo?, ¿es lógico?, no lo es, pero sí muy rentable al Infonavit.