|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El 2019 ya está aquí y empezamos a hacer nuestra lista de propósitos maravilloso, nos permite soñar, la vida pone a nuestra disposición 365 nuevos días en los que todo es posible, no hay límites, es casi como si nos hubiéramos ganado la lotería o una varita mágica, o encontrado la lámpara mágica que nos concederá tres deseos y pensamos, o queremos creer, que aunque nunca hemos tenido la disciplina ni la constancia, este año todo será diferente.

Pero por qué no esperar y antes de comenzar a soñar con todo lo que no tenemos, o lo que no hemos podido hacer, detenernos y hacer un alto en el camino para agradecer lo que tuvimos en el 2018, lo que fuimos capaces de hacer, nuestros logros, nuestro trabajo, nuestros fracasos y nuestras alegrías, el dolor y la felicidad vividos. Pensar en a qué cosas dedicamos nuestro tiempo en este año, porque al final son las cosas que fueron importantes para nosotros.

Los sueños y propósitos para el 2019 son la gasolina que nos hace avanzar, el soñar que podemos ser diferentes, que podemos lograr nuestros sueños, que nada es imposible y que este año sí lograremos todo lo que nos propongamos, nos llena de esperanzas para una vida plena y feliz.

Pero el problema principal radica en que la mayoría de las veces esos sueños no son nuestros, son sueños colectivos, deseos impuestos, cosas que creemos que vendrán a completar nuestra vida y nos llevarán finalmente a la felicidad, a la belleza, a la riqueza que tanto hemos perseguido y que año con año se nos escapan de las manos.

Comienzan a pasar los días y pasa enero, febrero, y cuando nos damos cuenta ya volvimos a llegar a diciembre sin cumplir los sueños del año, pero sin hacer una reflexión de qué es lo que está pasando, en qué fallamos.

Por qué cada año los propósitos vuelven a ser los mismos, y no pasan de febrero para ser olvidados o escondidos. Este año seremos deportistas, viajaremos, ahorraremos, reiremos más, viviremos más ligeros, pero sin hacer una reflexión sobre nuestra vida actual, sobre nuestros verdaderos gustos, sobre las motivaciones que tenemos. Todos estos son propósitos sin sustancia, sin planeación, sin posibilidades.

¿Qué es lo que verdaderamente quieres?, ¿qué es lo que te gusta hacer?, ¿qué tipo de vida quieres tener?, ¿quién eres? Y ¿qué realmente te hace feliz?

La prisa del mundo de hoy te hace vivir pensando en el mañana, en lo que te hace falta, cual será tu nueva meta, qué otra cosa puedes adquirir, qué otro viaje puedes hacer; y en ese correr tras nuestro siguiente logro se nos olvida sentarnos a disfrutar de lo obtenido, gozar con tu familia de estas fiestas en calma, sin prisas, sin correr de un lugar a otro en busca del regalo perfecto, de la mejor fiesta, porque en ese correr nos perdemos de la verdadera esencia de estas fiestas, que va más allá de lo que se pueda comprar y esté mucho más en lo que podemos compartir y amar.

Haz una lista para este año, para compartir con tus seres queridos, y en lugar de hacer la interminable y nunca lograda lista de propósitos de año nuevo, haz una lista de lo mucho que tienes que agradecer: recuérdale a tu amigo lo mucho que significó la llamada que te hizo en tus momentos de soledad, recuerda con tus hijos lo mucho que disfrutaste un día en familia, recuerda a los que fallecieron, pero no con tristeza sino agradeciendo su vida y lo que te aportaron, dile a tu mamá y papá lo mucho que significa que siempre estén para ti cuando los necesitas, agradécele a la vida el estar hoy aquí, agradécele a Dios las muchas oportunidades de aprender y de crecer que este 2018 trajo a tu vida, agradécete a ti mismo las decisiones que has tomado y te llevan a quien hoy eres.

Mírate a ti mismo con benevolencia, pero con firmeza; piensa en los cambios reales que quieres hacer, pero lo más importante en cómo vas a hacerlos.

No externes un buen deseo, sino siéntate y haz un programa de trabajo que te lleve a cumplir tus objetivos, comparte tu lista con las personas que han estado en tu vida y te han regalado su tiempo y su amor en este 2018, ya tendremos el 2019 para llenarlo de nuevas experiencias, hoy disfruta y agradece lo que tienes, te sorprenderás de lo larga e interesante que será tu lista de este año, agradece tu trabajo, tu familia, tus amigos tu cuerpo. Aprende a aceptarlos y a gozarlos y haz que este 2019 sea un año memorable.

Lo más leído

skeleton





skeleton