El aerolito y las grutas de Cansahcab

Carlos Evia Cervantes: El aerolito y las grutas de Cansahcab.

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Desde hace mucho tiempo se ha escuchado en Cansahcab el relato de un aerolito que cayó en los terrenos de la ex hacienda Ucanhá. Muchas personas, entre simples curiosos y hombres de ciencia, han llegado al lugar para inspeccionarlo y dar su opinión o veredicto.

A tal grado ha llegado la creencia del citado relato que en el año 2002, Fernando Valdez Martínez, funcionario de la Universidad Autónoma de Yucatán, cerró un acuerdo con la Facultad de Ciencias Antropológicas y el Grupo Espeleológico Ajau para que sus integrantes fueran a comprobar la presencia del aerolito y que revisaran unas cuevas muy cercanas al sitio, donde supuestamente cayó aquel objeto del cielo, pues forman parte del relato. El presidente municipal, Manuel Cutz Palma, fue notificado de la expedición.

Cansahcab es un municipio situado en la región centro norte de nuestro estado y está a una distancia de 55 kilómetros de la ciudad de Mérida en dirección Noreste. En el mes de marzo del citado año, María José Gómez Cobá, María Eugenia Paredes Pérez, Patricia Garrido Cortés y Carlos Evia Cervantes, fueron a Cansahcab a cumplir con el encargo del señor Valdez Martínez.

El alcalde comisionó al cazador Guillermo Canul Cocom para que sea el guía y a Hernando Espinosa Herrera, el chofer. Después de recorrer 6 kilómetros hacia el poniente de Cansahcab, llegamos al lugar donde se dice cayó el aerolito. Revisamos las rocas y con base a las características del área llegamos a la conclusión de que hubo un gran colapso de una antigua bóveda, parte integral de una caverna la cual quedó expuesta o abierta.

En uno de los puntos centrales de esta área está asentada una masa pétrea, casi esférica, de aproximadamente dos metros cúbicos de volumen; es el cuerpo del supuesto aerolito. Al examinarlo detenidamente se distingue que, en realidad, su constitución es de roca cárstica con fósiles marinos incrustados. Tal piedra no es un aerolito.

Al revisar otras fuentes más autorizadas y recientes, se encontró que diversos especialistas, entre ingenieros y geólogos, llegaron a la misma conclusión que los integrantes del Grupo Ajau, después de haber inspeccionado el peñasco. Aprovechando nuestra estancia en Cansahcab exploramos las siguientes cavidades: Ukajá, o Ucanhá, la Cueva de Plantel Nº 5, Bokchén y Saká. En algunas de ellas observamos cuerpos de agua y en otras pequeñas construcciones. En las paredes de la Cueva del Plantel N° 5 vimos huellas de trabajo humano; al parecer fueron utilizadas como sascaberas.

Al salir de las cavernas hicimos un recorrido en las áreas aledañas y encontramos varios montículos hechos por los mayas prehispánicos. Esto sugiere la idea de que las cuevas exploradas muy probablemente fueron aprovechadas por los pobladores antiguos de la región, tanto para la obtención de sascab y agua, como sitios de cacería. 

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