|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ya estamos en la primera quincena de 2021 y continuamos como en 2020: amenazados por las mismas calamidades, por un lado la pandemia que nos azota y al centro del país lo ha puesto de cabeza con hospitales al reventar, personal médico agotado y promesas de vacunas que por las cuentas que nos hacen será hasta mediados o finales de año que podremos estar vacunados.

Ante este panorama, Yucatán no es ajeno, ya tenemos síntomas que permiten prever una situación similar, de alta mortalidad y ocupación hospitalaria. El comportamiento de los ciudadanos en los centros de consumo y la alta concurrencia de personas a sitios públicos nos indican que pareciera que ignoran lo que ocurre, no hay forma de control que pueda ser de utilidad cuando la sociedad no está dispuesta a acatar las recomendaciones sanitarias. ¿Será que sólo la muerte de un familiar nos hace recapacitar?

Los argumentos que la mayoría de quienes están en la calle y utilizan el transporte público son que lo hacen por ir a trabajar o adquirir alguna mercancía que la familia requiere y eso lo entendemos, pero podríamos hacerlo con la sana distancia y el uso de cubrebocas. Otros sitios de reunión quizá donde más posibilidades de contagio tenemos son las reuniones con familia y amigos que podríamos evitar y que se han multiplicado desde las fiestas navideña y de fin de año y luego la rosca de reyes.

Lo cierto es que pretexto sobra para organizar una reunión después de un largo año de encierro, pero las consecuencias por hacerlo son muy graves, el costo es nuestra vida o de algún amigo o familiar.

No me cansaré de recordar que la mejor medicina contra el Covid es la prevención y el cumplimiento de las medidas sanitarias; al gobierno le toca el papel más importante: traer y aplicar la vacuna lo más pronto posible. Lo que está ausente por parte del gobierno son las medidas y apoyos económicos para poder soportar un año más las limitaciones que la pandemia impone al sector empresarial y me refiero particularmente a los pequeños y medianos empresarios que están en una trampa mortal que amenaza con cerrar sus negocios, ¡desaparecerlos!, y con ellos los empleos que generan.

Nada fácil será el 2021 en lo económico. Sería incluso más grave que el año pasado, los empleos perdidos en 2020 podrían ser menores al comparar los que de seguir así las cosas nos arrojará este año, y en el caso de las empresas la única vacuna que las puede ayudar son programas de gobierno que debidamente estructurados les permitan esperar estos meses que aún nos quedan sin vacuna y que estén aplicadas a toda la población. Sólo hasta ese momento se iniciará el largo camino para la recuperación económica y de la salud de los mexicanos

Lo más leído

skeleton





skeleton