|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Las primeras acciones tomadas por el nuevo presidente de los Estados Unidos Joe Biden, inmediatamente después de su juramento y de asumir la presidencia, alivian al mundo y en especial a nuestros país, después de la incertidumbre que causó su antecesor Donald Trump, en particular a nuestro México con la construcción del muro fronterizo, que se convirtió durante cuatro años en el azote favorito de Trump contra nuestro país. Cancelar esta obra absurda y contra natura es un alivio para ambas partes y le da un nuevo impulso a las relaciones bilaterales.

Otra de las medidas que firmó el nuevo presidente Biden es la protección inmediata a más de 600 mil jóvenes mexicanos que por diferentes razones viven y estudian en la Unión Americana y a los que se les denomina soñadores, a quienes se les amenazó durante la administración anterior con regresarlos a México y privarlos de la oportunidad de obtener su ciudadanía.

Un asunto migratorio pendiente -diríamos histórico- durante años es la iniciativa enviada a los legisladores para modificar las leyes de migración que permitan la regularización de más de 10 millones de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos de manera clandestina y amenazados con ser deportados a nuestro país y sin posibilidad de regreso. Viven a salto de mata y en condiciones muy limitadas al no gozar de ningún tipo de ayuda a la que tienen derecho los ciudadanos norteamericanos, a pesar de lo importante que es contar con ellos para las actividades productivas.

El retorno de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud y poner en primer plano la atención de la pandemia que nos azota y que ha causado pérdidas humanas en ese país de manera dramática es de gran aliento ante la falta de atención que la administración anterior daba a este grave problema de salud pública.

También es un acierto reintegrarse al Acuerdo de París, donde los países industrializados toman acuerdos fundamentales para detener el calentamiento global limitando o prohibiendo las actividades que afectan el medio ambiente y procurar la recuperación de los daños que causa nuestra acción destructiva por las emisiones contaminantes y uso de productos venenosos para nuestra naturaleza.

Sin duda la nueva administración es una bocanada de oxígeno para el mundo entero y llena de esperanza a la comunidad mundial. La toma de protesta de Biden ilumina la ruta y fue recibida con gran esperanza. No faltó el espectáculo artístico que posteriormente le dio un marco de alegría a la solemne ceremonia.

El mensaje presidencial hizo énfasis en recuperar la unidad y concordia del pueblo norteamericano, dejar atrás la división y el conflicto y atender de inmediato las consecuencias que provocaron que se exaltara una vieja herida que los ha acompañado: el racismo y la supremacía blanca. Mejores días nos esperan a todos.

Lo más leído

skeleton





skeleton