Bono extenso
El poder de la pluma
Pues bien, el tiempo sigue su paso con una sucesión de eventos que van conformando una realidad nacional que no deja de sorprender a los observadores de la vida política, que no dudan en apuntar los sucesos que en su perspectiva se salen de la norma. Como sucedió con una publicación de análisis político norteamericana, la cual constató que, a contracorriente de lo que sucede con la tendencia descendente de la aprobación de los gobernantes a partir de su entronización, los mexicanos siguen tan entusiasmados con Andrés Manuel López Obrador que en lugar de bajar va aumentando.
Y la razón estriba, según consenso, en su costumbre de ofrecer una charla mañanera que refuerza la percepción de la gente de contar con un Ejecutivo al alcance de la mano para atender sus inquietudes. Aunque, según los especialistas, no constituyen en sentido estricto ni conferencias, ni ruedas de prensa, con la desventaja de que no pocas veces la información que ofrece para justificar decisiones no son verificables o son imprecisas o ficticias.
El ejercicio consiste básicamente en retomar por las mañanas una “didáctica catequética” que usa para denunciar unívocamente a los que se oponen a la “4ª Transformación”, donde no pocos de los cuestionamientos y preguntas de las periodistas y los reporteros son taumatúrgicamente evadidas mediante la utilización de frases que tienen un sospechoso contenido moral o, en su caso, una suerte de declaración de principios, sin precisar casuísticamente su aplicación concreta.
Su aceptación sigue creciendo sin acusar el deterioro que proviene inevitablemente del ejercicio del poder, pues no se puede quedar bien con todos, sin importar que eventos y acontecimientos similares o de menor gravedad que los observados en este corto tiempo hayan socavado la credibilidad de gobiernos anteriores, como el gasolinazo que hoy supera al del pasado sexenio.
Tal parece que el público disfruta mucho del enfrentamiento del presidente con los poderosos, como los mayores inversionistas y jefes de empresas no afines, los líderes sindicales antagónicos y las ex autoridades estatales, municipales y ex presidentes a quienes de entrada les quitó su pensión.
No obstante, sus decisiones también han comenzado a afectar a los sectores populares y a las clases media y marginal, comenzando por los despidos masivos de burócratas, así como los recortes o la supresión de programas que realmente han generado beneficios como las estancias infantiles.
Conforme a las encuestas su aceptación sigue creciendo aunque, según el reporte aludido, calculan que a lo sumo en un año comenzará a decaer. Yo lo dudo, a pesar de que ayer leí una carta que le dirigió una abuela que le aconseja ir espaciando los mañaneros y le advierte que comienza a arrepentirse de haber votado por él.