Sí alarma, pero...
El poder de la pluma
La información diaria sobre la pandemia y sus consecuencias en contagios da mucho miedo, terror; con hospitalizados, graves y muy graves, según el estado en el que se encuentre el paciente, pero quizá la parte más alarmante es el número de fallecimientos diarios. Después de semanas interminables, de noticias alarmantes, donde la especulación se mueve como en casa, en estas dos últimas semanas sin duda nos aterroriza el acumulado de más de 20 y hasta 30 fallecimientos por día. Ya rebasamos los 1,400 muertos.
Sin duda, lamentable... pone los pelos de punta, mas si a eso le suma primeras planas en medios de comunicación locales y nacionales y los minutos que ocupan las televisoras nacionales y locales para informar sobre la pandemia y los portales de internet y agregue usted la información especulativa sobre el grado de saturación de los hospitales donde se atiende a los enfermos del Covid-19, pues en cuanto a ocupación es para morirse de miedo.
Si revisamos la información, la lucha se da en dos frentes: los hospitales privados que están ocupados al 100%, diríamos saturados, aclarado que han dispuesto de un número de camas muy limitado, muy por debajo de su capacidad hospitalaria, para atender esta enfermedad tan lacerante; debemos igual señalar que en los hospitales privados hoy se atienden pacientes con requerimiento de diferentes enfermedades anteriormente atendidas por los hospitales públicos.
En las instalaciones de salud federal y estatal se atiende mayormente a los infectados por el virus, el gobierno estatal dispuso de los hospitales O’horán, de Valladolid y Tekax; los federales del IMSS e Issste y HRAE. Entre ambos niveles de gobierno contamos en Yucatán con 305 camas dotadas de equipo y ventiladores. Están ocupadas el 55% de ellas; por otra parte, contamos con 767 camas de terapia intensiva, sin ventilador, con una ocupación del 79%.
Al analizar el número de fallecimientos que tuvimos en Yucatán el año pasado, cuando aún no tenía el virus responsabilidad sobre las muertes, quizá le demos la verdadera dimensión a este problema.
Las estadísticas estatales reportaron más de 10 mil fallecimientos en todo el año 2019; destacan por su mayor incidencia las enfermedades del corazón, diabetes, cáncer, influenza y otras en menor número. Comparados los números del covid, son a la fecha el 12%. De seguir su tendencia, es probable que represente sólo el 30% de la mortalidad registrada el año anterior, con un elemento: un número importante de estas personas tenían, además del virus, algunas de las enfermadas crónicas habituales en nuestros paisanos.
Se trata de dar la dimensión real de la pandemia. Otro es el panorama económico mundial y sus efectos, ahí sí hay razón para sentir mucho miedo. Veremos…
*) Escopeta en maya: bajo este título voy a agrupar mis colaboraciones en esta nueva etapa en Novedades Yucatán