Si leo, aprendo
Cesia S. Rodríguez Medina: Si leo, aprendo
Sapere aude
Todos hemos aprendido a través de un libro algo que no nos enseñaron en la escuela, en estos días, cuando se reconoce por medio de diversas actividades sociales y culturales la importancia de leer, afianzo la idea de lo fascinante que es descubrir en la literatura un hecho histórico, apreciar una característica arquitectónica, hallar una melodía, revivir una época, instruirse en un nuevo lenguaje, revelar una filosofía o comprender una ideología. En este punto destaco a distintos autores latinoamericanos que nos trasladan a un mar intelectual de detalles que íntimamente vamos haciendo nuestros.
La fusión de conocimientos en el intercambio de la palabra, constituye lo que será la esencia del pensamiento, construyéndose de esta forma mediante narraciones que plasman revelaciones y vivencias como explorar el México de Juan Rulfo a través de la mirada de los habitantes despojados, aquellos que manifiestan las condiciones de una realidad posrevolucionaria que nos parece lejana e irreal.
La obra de Rulfo es una estrella que nos señala y nos acerca a involucrarnos con nuestra historia, como también lo enuncia en toda su narrativa Alejo Carpentier, maravillándonos en cada lectura con su vasta referencia barroca, su lenguaje musical, exuberante, en la cual vamos aprendiendo instrumentos jamás evocados, transitamos con él las selvas, ríos, pueblos autóctonos que nos sensibilizan a retornar como lo refiere en sus textos al “Mundo del génesis”, no se concluye un libro del escritor cubano sin la necesidad de redescubrir el mundo americano.
En esta admiración referencial encontramos también lo metafísico de la escritura borgiana, excelsa en metáforas develando los orígenes del cuestionamiento filosófico; el tiempo, el destino y la muerte. La erudición de Jorge Luis Borges nos inquieta en cada relato, porque nos sugiere lo griego y el misterioso oriente, y en medio de narraciones oníricas nos traslada a otras existencias ancestrales que creemos ilusorias.
Es de reconocer también la magia que se representa en la trayectoria literaria de Gabriel García Márquez, su lenguaje singular y político que envuelve en cada historia por la sátira con la que nos comparte su interpretación de la realidad. Gabo nos recrea la vida popular resaltando costumbres y tradiciones del sur latinoamericano, el ingenio poético del autor proyecta vivencias de las cuales nos sentimos incluidos, es así como una frase suya nos imprime un sentimiento de vigencia y paralelamente estamos ante una clase magistral de política.
Indiscutiblemente el recurso de la lectura como ruta para instruirnos es un método infalible, la experiencia lectora es una posibilidad de aprendizaje que puede obtenerse mediante elementos que se comparten del hallazgo de otros individuos, esta concatenación nos impulsa a seguir explorando el universo literario, sin dejar de releer, ya que parece que la expresión escrita guarda sus misterios en cada página donde van surgiendo nuevos detalles relevantes, “un libro no es algo concluido, sino un depósito de formas que aguardan constantemente un significado que es también siempre cambiante”. Las ventajas de la lectura son infinitas y en este proceso hacemos permanente la trascendencia del conocimiento.