Remembranzas del ciclo escolar
Cesia S. Rodriguez Medina: Remembranzas del ciclo escolar
Después de más de un año de haber sido suspendidas intempestivamente las clases presenciales de todos los niveles del Sistema Educativo Mexicano por motivo de la pandemia de Covid-19, situación que generó el reajuste inmediato de medidas emergentes que permitieran continuar la enseñanza y el aprendizaje en la modalidad a distancia y en línea, y ocasionó que todo el sector educativo se enfrentara a diversas condiciones ya existentes en la población estudiantil como también a las originadas por la pandemia, razón que condicionó que las autoridades educativas definieran como norma equitativa considerar las circunstancias de las y los estudiantes para la valoración del aprendizaje, lo que conllevaría a garantizar la permanencia y la continuidad. Sin embargo, el balance de los resultados alcanzados al término del ciclo escolar 2020-2021, si bien no son satisfactorios, muestran el impacto de las causas externas e internas que influyen en la educación.
Para comprender la dimensión del desafío que implicó resistir y evitar la suspensión total de la formación escolar se detalla el estado demográfico de la educación durante la interrupción provisional del 23 de marzo de 2020, según datos de la Secretaría de Educación Pública en el documento Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional 2019-2020, las estadísticas más relevantes indicaban que 36.5 millones de alumnos cursaban algún nivel del SEN, el grupo que concentraba el mayor porcentaje era la educación básica, de la plantilla docente se encontraban laborando alrededor de 2 millones, esto indica que una cuarta parte de la población total del país se vio afectada por la readaptación de la modalidad escolarizada. Por otro lado, los resultados al finalizar el periodo escolar destaca que el abandono escolar no excedía el 5% en primaria y secundaria, y el nivel que principalmente presentaba esta problemática era el de media superior con un 10%, estos porcentajes si bien ya eran una preocupación atendida, ahora se suman otras causas, como lo describe el diagnóstico elaborado por el Inegi (2021) en la “Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19”, donde se menciona que entre los motivos más preponderantes por el que los estudiantes no concluyeron el grado que cursaban fueron; por la pérdida de contacto con sus profesores, porque alguien de la vivienda se quedó sin trabajo o se redujeron los ingresos, aunado a esto, 49 mil manifestaron que no lograron concluir debido a la necesidad de tener que trabajar. En consecuencia en el actual ciclo 2020-2021, 1.8 millones no se inscribieron por falta de recursos, quiere decir que no tienen los medios ni herramientas para continuar su formación.
De ello resulta necesario unir esfuerzos para reintegrar a la escolarización a la población más vulnerable y diseñar el plan de recuperación de aprendizajes según las condiciones de los educandos, añadiendo que también es importante asumir que el éxito educativo depende mayormente de la solidez que pueda lograrse a través de la triangulación entre madres y padres de familia, estudiantes y docentes, asumiendo que las secuelas de la pandemia al sistema educativo sólo podrán revertirse si se reconstruye a través de la corresponsabilidad y la cooperación.