A través del tiempo diferentes sucesos en el mundo han ido determinando grandes cambios en los sistemas educativos -nacional e internacional-, delineando de manera significativa su devenir e implicando que sea urgente y necesaria una respuesta a escala institucional, pedagógica y didáctica; sin embargo, en el transcurso del replanteamiento de una solución el problema parece rebasarnos. Uno de estos momentos cruciales se dio a partir de la Revolución Industrial con el vertiginoso desarrollo de los avances tecnológicos y los medios de comunicación.

Este hecho transformó progresivamente el medio social en el que nos desenvolvemos el día de hoy, ya que trajo consigo la necesidad de tener que ajustarnos a los designios de la nueva “era digital”, considerada por unos como un progreso y por otros como algo devastador para las futuras generaciones.

Los grandes aparatos electrónicos y medios de comunicación masiva actualmente ocupan en la vida un lugar primordial, propiciando un choque cultural en la sociedad y en los individuos, por lo tanto, muchos aspectos se ven obligados a ser transformados ante este nuevo contexto tecnológico; la educación es una de ellas.

La influencia cultural que se ejerce a través de estas fuentes en la sociedad es relevante, por lo que la educación generadora de conocimientos, actitudes y valores se ve minimizada por el exceso de información que se encuentra en los medios, este exceso de información al alcance y fluctuante le impide al individuo seleccionar información verídica y sustancial para su vida. Asimismo, el entretenimiento y enajenamiento le impide al individuo esclarecer los fines de estos medios, al igual que razonar objetivamente sobre la información proporcionada, es por eso que el docente se enfrenta hoy en día con el monstruo de los “medios invasivos” diría yo, ya que han venido a suplir lo que antes eran fuentes de información auténticas o por lo menos más confiables, el alumno del siglo XXI elige seguir las influencias de los medios digitales por sobre sus propia individualidad, asediado por el contexto, no se permite reflexionar lo que adopta de ellos.

Por esta razón la educación entra en el juego, ya que sólo tiene dos caminos a elegir, modificar su modelo ante las exigencias del sistema social tecnológico o resistir ante las influencias, este último no parece una opción, la innovación es constante e irreversible, por lo tanto, apartarlos de esos medios resultaría impedirles el crecimiento profesional y técnico, sin embargo, seguirles el ritmo será el reto de la nueva era educativa-digital. Cabe mencionar que los medios de comunicación masiva no son un peligro para el individuo cuando se tiene plena conciencia de su uso y manejo, así como de la responsabilidad al utilizarlos, de antemano, esto presupone un desafío para su control y aplicación al menos en la educación.