Dos relatos visuales ocupan el espacio de “Cinematógrafo 04” esta semana por la calidad y utilidad de sus argumentos. El primero se trata de una serie de televisión producida por Netflix, llamada Por 13 razones (Thirteen Reasons Why), que nos habla del bullying y el suicidio.

La serie no tiene desperdicio en ninguno de sus capítulos, desde que comienza engancha a espectador, tanto en el plano visual como en el argumental. El manejo de los temas, del todo espinosos, está hecho de tal forma que va llevando a los seguidores de la serie de apoco al éxtasis emocional, sin dejar de lado las clásicas referencias paternales al respecto, pero también asumiendo la postura de los jóvenes, sector para el que fue creado Por 13 razones.

Sin caer en la moralina y adoctrinadora postura de que los jóvenes tienen a agredir a sus similares, la serie trata con pinzas las opiniones de cada uno de los protagonistas, que tienen una muy particular idea de lo que hicieron, aunque todos saben perfectamente lo que es el bullying.

En los audífonos de un chico enamorado llamado Clay Jensen (Dylan Minnette) y molesto con su destino, vamos viendo las razones por las cuales, una chica llamada Hannah Baker (Katherine Langford) decide quitarse la vida, es ahí donde radica la principal crítica a la serie, sin embargo, solo debo adelantar que si se analiza fríamente, puede resultar un documento visual fantástico para explicar en las aulas las implicaciones de todos estos temas.

Al final, resulta una serie redonda y llena de emotividad, motivo por el cual es dignísima de ver.

El segundo relato visual se trata de Los Herederos, un largometraje que nos hará mirar en nuestras casas.

Y es que en estos días en que se analizan las estrategias jurídicas para fincar responsabilidades de adulto a los jóvenes que delinquen, el cineasta venezolano, formado en la escuela de cine de Lodz, Polonia, Jorge Hernández Aldana, nos presenta un relato, que ha sido un éxito en los festivales en los que se ha presentado, con el que además nos permite reflexionar sobre la situación familiar que cada uno propicia en su casa. Me refiero a Los Herederos, una cinta que nos muestra los excesos de un grupo de adolescentes.

El filme se enfoca en un grupo de adolescentes que se reúne a disfrutar de su periodo vacacional, pero de una manera sui generis: valiéndose del alcohol para evadir su realidad, usando la violencia como método de comunicación elemental y usurpando los valores del entorno en el que se desenvuelven.

El largometraje resulta más que un simple relato de hechos, pues lleva al espectador a hacer una seria reflexión sobre los valores que le estamos transmitiendo a las nuevas generaciones y los límites familiares y jurídicos en los que los llamados Millennials realizan sus rutinas, lo cual nos deja una película bastante recomendable.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o regístrese en www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro para recibir información del séptimo arte nacional e internacional.