La ignorancia de Marcelino Perelló
Es obligación de un comunicador estas bien informado y tener bases de lo que dice, si no...
Aunque suele suceder que el medio sea la noticia en lugar de darla, hacía bastante tiempo que no leía una nota relacionada con algún impacto que hubiera ocasionado la radio, sobre todo la pública, que mucha gente considera aburrida o pasada de moda, pero que tiene una audiencia que la disfruta.
En la emisión del 28 de marzo, el conductor del programa Sentido Contrario, de Radio UNAM, profesor Marcelino Perelló, criticó a “las muchachas que les dices 'guapa' y se ofenden y mandan al bote al güey por andar de piropero”, además de dar su (equivocada) opinión sobre lo que considera una violación y ofender a mujeres víctimas de ese tipo de delitos, lo que causó el enojo de sus radioescuchas (mujeres y hombres) y posteriormente la cancelación del espacio y su despido.
A mí en lo particular siempre me ha dado mucho miedo hablar en programas en vivo, además de ponerme muy nervioso, considero que es necesario que estar bien informado es obligación del comunicador para dar una opinión bien fundada al público; sin embargo, Marcelino dejó en evidencia más tarde, en su Facebook, su desconocimiento de la ley, al sostener sus palabras en sus redes sociales, y reconocer que no sabía que el Código Penal Federal sí tipifica como violación la introducción de cualquier objeto en el cuerpo sin el consentimiento de la persona, “quién sabe desde cuándo”, escribió.
Aun más, no puedo creer que sucedan estas cosas cuando actualmente se promueve en el país la igualdad de género y se busca prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres con campañas, incluso, a nivel nacional y por todo tipo de instituciones, desde públicas hasta privadas.
Por el hecho, varios comunicadores reflexionaban sobre el derecho a la libertad de expresión que debe existir en los medios, pero de verdad que el cierre del micrófono a Marcelino Perelló me parece lejos de ser un caso de censura (por si alguien pudiera calificarlo de esa manera), sino respuesta a la ignorancia.