|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La obra Morritz y el pequeño Mons, de Maribel Carrasco, es un espectáculo de títeres que está diseñado para niños entre cuatro y diez años. A propósito de su nueva temporada, comparto una entrevista con su directora: “Seleccioné el texto porque toca un tema que tocamos poco: el miedo a la oscuridad, y cómo puede repercutir en otros miedos u otras situaciones, como la incontinencia infantil: hacerse pipí en la cama. Hay una etapa que pasamos todos que es superar el pañal y el miedo en la noche para ir al baño.

“Me parece que la autora toca el tema de una manera muy linda. Una de las cosas que más me enamoraron del texto es que al final ni ella ni el monstruo logran llegar al baño; a mí me gusta mucho ese guiño, porque pensé que la obra terminaría con la niña logrando ir al baño, pero no lo superan ni ella ni el Mons. Hay algo muy bonito en el texto, que es recurrente y es que el personaje siempre dice: ‘Yo soy yo, no soy igual a Elda’, una niña que ya logra llegar al baño. Con eso la autora nos manda el mensaje de que somos seres individuales y no nos parecemos a otros, que tenemos nuestros propios procesos para crecer y para superar las cosas y que todos somos muy distintos.

“El hecho de que ellos no lleguen al baño, pero tengan la voluntad para decir: lo voy a poder hacer, lo voy a lograr algún día, me parece algo muy bonito. Sé que hay niños que se sienten así, que no lo han superado, pero quizá después de la obra piensen: aún me hago pipí en la cama pero lo superaré en mi momento. Cada quien tiene su tiempo y su momento para crecer. La reacción de los niños es muy bonita, ellos entienden perfecto la realidad de esa edad. Los niños se emocionaban y gritaban: ‘Yo me hago pipí en la cama’ o ‘Yo todavía me wixo’. Poder reconocerlo y externarlo sin miedo es muy importante.

“Yo me interesé en el tema y me asesoré con una psicóloga, ella me dijo que nuestro primer miedo y nuestra primera vergüenza es el control de esfínteres. Asumir que nos hacemos pipí y que no lo podemos controlar es nuestro primer miedo con el autocontrol. Muchas veces los papás maltratan a los niños por eso, los comparan con otros niños que ya no se hacen pipí en la cama, los presionan, les dicen: ‘Los niños grandes no se hacen pipí en la cama’, ‘Ya te orinaste, ahí te quedas’, ‘Tú no eres como tu prima, ella ya lo superó’ y todas esas cosas que solemos decirles a los niños sin darnos cuenta de que minimizamos su autoestima y los hacemos sentir muy mal.

“La obra nos enseña cómo afrontar eso de manera amorosa y cómo acompañar ese proceso por el que todos pasamos. Al final los papás le piden disculpas, porque Morritz siente que no la quieren, que sus papás discuten por culpa de ella. Esto es algo que la obra les deja también a los papás. El mensaje de la autora es tan claro que llega a niños y adultos, los padres se sienten reflejados y me lo han externado. Yo quiero hablar con los espectadores de frente, busqué una puesta que no sea dulzona, los niños son inteligentes y perspicaces”.

La obra estará 12, 13, 19, 20, 26 y 27 de octubre en el teatro la Rendija. Informes al 9993888598.

Lo más leído

skeleton





skeleton