Talento yucateco
El poder de la pluma
Decía Ermilo Espinosa Torre que sería bueno tener nuestro actor, músico o cantante yucateco favorito porque, siempre que nos preguntan, nombramos artistas extranjeros y nos olvidamos de los nacionales. ¿Y de los locales? ¡peor! Por eso quiero compartir en esta columna los perfiles de algunos actores yucatecos a los que admiro y aprecio. Comienzo con Kenny Calderón, creador de tres personajes entrañables: “Chayak”, “Juancho” y “Jorge Carlos”. A Kenny lo he visto en el teatro Yucatán, junto a Cuxum y Balita, es un actor carismático e ingenioso, sus grandes ojos pueden hacernos doblar de la risa, la impertinencia de “Jorge Carlos” les recordará a esos niños consentidos y mal educados que siempre quieren hacer su santa voluntad. En el teatro Yucatán el público siempre encontrará humor e ingenio. Ese humor blanco que tanto extraña la gente del teatro regional de antaño. Comparto esta breve charla con Kenny Calderón sobre sus inicios y su familia teatral.
“Yo de toda la vida supe que iba a ser actor, tenía estas ganas de jugar a interpretar papeles y sentirme artista. En la prepa combino los estudios con clases de teatro en Bellas Artes. Durante seis meses conocí personas que pensaban y actuaban como yo. Ahí aprendí lo básico para poder seguir con este sueño. No concluí mis estudios del teatro debido a problemas familiares y económicos por los que pasa todo adolescente.
“En 2006 empiezo hacer teatro con Erik Ávila “Cuxum”. La primera obra que hicimos juntos fue “El rey Lechón”, y a partir de esa primera obra en 2006, hasta ahora, no he parado un solo día de vivir este sueño, y también el sacrificio que representa ser actor.
Trabajar con Cuxum es una montaña rusa de emociones. A Cuxum lo veo de lunes a lunes y eso es difícil; somos actores y somos intensos. Pero creo también que ha sido un gran escritor, director, productor y amigo para mi carrera. Llevamos ya casi quince años de trabajar juntos dentro y fuera del teatro. Hemos crecido juntos y nuestra perspectiva de hacer teatro en la actualidad ha evolucionado. Sin duda es emocionante emprender un nuevo proyecto, porque él es muy accesible, muy paciente y también es cómodo y reconfortante sentir que tu grupo de teatro es tu familia.
“En el teatro he aprendido a vivir y ver la vida con humor en las buenas y en las no tan buenas, pienso que es la clave de mi equilibrio personal, ni lo bueno es tan bueno ni lo malo es tan malo, sobre todo si consigues verlo con sentido del humor”.
De las últimas obras que hicieron en el teatro Yucatán sobresale “Circuley”, que tuvo gran recepción del público y en la que, sin duda, Kenny arrancaba las carcajadas de los espectadores. En este momento, los teatros están cerrados, las luces apagadas y los telones abajo, espero que cuando volvamos a dar la tercera llamada los espectadores acudan a ver a este maravilloso actor, les juro que no se van a arrepentir. Talento cien por ciento yucateco, nivel genial.