Alimentos
Don Tony llegó a mi oficina hace un año, es un gentil caballero, talentoso y exitoso empresario, ahora en retiro.
Don Tony llegó a mi oficina hace un año, es un gentil caballero, talentoso y exitoso empresario, ahora en retiro. Solicitó mi consejo para cultivar chile habanero como pasatiempo, pero quería hacerlo bien. Como en eso el experto es mi padre, cumplí con ponerlos en contacto. Después de unas visitas al campo y compartir algunos consejos dejé de verlo por un tiempo, hasta que hace pocos días llegó a mi escritorio su carta: “Después de haber ensayado ser agricultor unos meses, debo confesarte lo siguiente: no cabe duda que la agricultura tiene su parte bonita que te puede traer grandes satisfacciones, pero hay que hacerlo en serio y dedicarle mucho trabajo, no es un hobby, me di cuenta del trabajo que se requiere, el dinero que hay que invertirle, y si todo sale bien ¡a ver cómo está el mercado! Después de esta experiencia, ¡no vuelvo a regatearle a un verdulero un quinto!”.
Sara Menker, joven etiope radicada en Estados Unidos, dice que cuando alcanzamos a comprender cómo funciona la cadena de valor global de la agricultura, podemos llegar a conclusiones alarmantes. A partir de que en 2008 los precios de los alimentos alcanzaron máximos históricos, los líderes mundiales comenzaron a preocuparse del problema de alimentar a 9 mil millones de personas en 2050.
Para garantizar la seguridad alimentaria mundial en esa fecha, necesitamos producir 70% más alimentos. En comercio, cada mercado tiene un punto de inflexión, en que las cosas cambian rápida, sorpresivamente, y para siempre. Según Sara, la agricultura y la producción de alimentos podrían alcanzar ese punto de inflexión en 10 años. Será el momento en que la demanda superará la capacidad estructural del sistema agrícola global para producir alimentos. La oferta no será capaz de sostener la demanda a pesar de que ocurra una explosión de precios.
En 2027 existirá un déficit de 214 billones de calorías, y el mundo no estará preparado para llenar ese vacío. Y hablamos de calorías, ya que hasta hoy el problema se ha abordado en términos de masa, pero lo importante es el valor nutricional de los alimentos, no todos los alimentos aportan la misma energía incluso si pesan lo mismo.
¿Cómo afrontar ese enorme desafío, si incluso un hombre inteligente y dedicado como don Tony, que ha tenido éxito en otros sectores, tropieza con la producción de alimentos y se rinde? ¿Cómo, si a los jóvenes de hoy no los atraen profesiones u oficios que tengan que ver con la producción de alimentos en el campo? ¿Cómo producir más sin deforestar grandes extensiones ni agotar o dañar recursos hídricos? El asunto es complejo e implica vencer grandes dificultades, pero seguro podemos. ¡Pongamos talento, dedicación y determinación en acción!