"Almacenar"
El futuro ya nos alcanzó, ¿estamos preparados?
Hace una semana hablamos de un probable gran descubrimiento en la industria de la energía solar: los paneles de perovskita. A diferencia de los de silicio, que requieren una pureza muy alta y utilizan un costoso proceso de fabricación a muy elevadas temperaturas, la perovskita puede crearse mediante la simple mezcla de unas cuantas sales, concentrándolas en una sustancia parecida a una tinta, que en teoría podría ser aplicada a una superficie mediante el uso de una impresora de inyección o de las que imprimen periódicos.
El resultado es que se podrán obtener paneles de película cristalina delgada que podrían costar la mitad de lo que hoy cuestan los de silicio, con la misma o mayor eficiencia, y tan ligeros que “podrían sostenerse en una burbuja de jabón”, en palabras de Henry Snaith, líder del equipo de científicos de la Universidad de Oxford que está a cargo de las investigaciones sobre perovskita, quien agrega: “Con media taza de esta tinta, puedes fabricar suficientes paneles solares para satisfacer la demanda de energía de una casa”.
Esta tecnología podría ser el evento disruptivo que termine con el gran paradigma de la eficiencia de las celdas solares de silicio.
La industria de la energía eléctrica es un negocio que trabaja, sin proponérselo, bajo el principio administrativo denominado “justo a tiempo” o “cero inventarios”. Es decir, el único producto que vende a sus clientes, la electricidad, es producida justo en el momento en que se demanda. Cuando encendemos un foco más o echamos a andar el aire acondicionado, un motor o cualquier otro aparato eléctrico, la planta generadora que nos provee tiene que aumentar la cantidad de kilowatts hora que envía a la red de distribución.
Pero contra lo que ocurre con otras industrias, esta forma de trabajar es perjudicial y genera grandes ineficiencias, ya que los activos productivos se diseñan y construyen para los picos; las plantas generadoras tienen que estar preparadas para satisfacer los picos de demanda que pueden ocurrir en cualquier momento. Una planta utiliza un tercio de su capacidad productiva menos del 6% del tiempo para satisfacer esos picos de demanda.
En este sentido, el otro gran paradigma de la industria de la energía es encontrar el modo de almacenar electricidad, que pueda ser usada para satisfacer esos picos, sin necesidad de construir y mantener una costosa infraestructura que estará subutilizada la mayor parte del tiempo.
El desarrollo de nuevas tecnologías en la fabricación de baterías y la mejora de las existentes, en conjunto con software especializado, son soluciones disponibles ya para beneficio, tanto de las compañías suministradoras de electricidad, como para los usuarios.
El futuro ya nos alcanzó, ¿estamos preparados?