Crecimiento inteligente
En Mérida, en los últimos años hemos sido testigos del florecimiento de incontables proyectitos de vivienda en “privadas”.
Se denomina “Smart Growth” o crecimiento inteligente a una teoría de planeación urbana y transporte de gran aceptación, que tiende a concentrar el crecimiento en centros urbanos compactos, propicios para caminar. Esto se logra maximizando espacios de vivienda, negocios y recreación amigables con el uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta, además de un diseño muy eficiente del sistema de transporte público, privilegiando un uso del suelo inteligente y permitiendo el desarrollo de usos mixtos. Así, es posible crear un amplio rango de oportunidades de empleo, no solamente en diversos sectores o especialidades profesionales, sino también con variados niveles salariales, al mismo tiempo que se crean opciones de vivienda variadas en estilo, nivel y precios.
En Mérida, en los últimos años hemos sido testigos del florecimiento de incontables proyectitos de vivienda en “privadas”, un sistema que posee algunas ventajas que sus inquilinos aprecian, de ahí deriva su éxito comercial, pero que también acarrea incontables problemas de índole urbana al proliferar estas pequeñas “islas” a las cuales se llega generalmente por una sola vía que no soporta el flujo vehicular. Además, se propicia un estilo de vida elitista, al fomentar una comunidad homogénea, lo cual al inicio no parece del todo mal, y de hecho eso es lo que buscan quienes adquieren ahí sus viviendas, sentir que están entre “iguales”, pero donde carecen de una gama de servicios, con excepción algunas veces de una pequeña “casa club” y uno que otro parquecito, por lo que para satisfacer sus necesidades de educación, empleo, adquisición de bienes y servicios, recreación, etc., deben trasladarse “a la ciudad”.
Con el tiempo los inquilinos ven que esa auto segregación no es tan benéfica, ya que deben satisfacer por sus propios medios los servicios que de otro modo les tendría que prestar la ciudad o el Estado: agua, drenaje, conservación de vías y áreas comunes, alumbrado, y nunca falta quien no paga sus servicios, o no hay acuerdos con la administración, y se viven diariamente las complicaciones naturales de crear esos pequeños grupos de seres humanos intentando organizarse.
Un sistema de crecimiento inteligente alienta y promueve que las decisiones de desarrollo se tomen conjuntamente con la comunidad; esas decisiones son sustentables, predecibles, justas y con alta relación costo-beneficio, ya que se anticipan en proveer suficientes y variadas opciones de transporte e infraestructura social y urbana. Las comunidades más heterogéneas, con amplitud en estratos socio económicos y de edad, generalmente poseen un más fuerte sentido de identidad, son más distintivas y atractivas.
¿No crees que ya es hora de cambiar algo?