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El pasado jueves 22 se celebró el Día Internacional del Agua. Los días internacionales son declarados por la Asamblea General de la ONU con el propósito de sensibilizar, concientizar y llamar la atención de los gobiernos y los ciudadanos acerca de algún problema. Sirven también para describir la situación del problema que mueve a instituirlo, y se pretende mostrar el camino para adoptar acciones efectivas de solución a los problemas.

Durante las últimas semanas, algunas personas han manifestado su oposición a la construcción de una granja de cerdos en el municipio de Homún, con base en su preocupación por el posible riesgo de contaminación que este proyecto representa para el acuífero.

En su sitio web, la ONU destaca con motivo de aquella celebración, que más del 80% de las aguas residuales que generamos vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada, y que las oportunidades de explotar las aguas residuales como un recurso son enormes. Sostiene que el agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables.

La directora general de la Unesco, Sra. Audrey Azoulay, indica la urgencia de encontrar soluciones basadas en la naturaleza, inspiradas en el ciclo natural del agua, que protejan, ordenen y restauren los ecosistemas naturales o modificados, y respondan a problemas humanos y ecológicos con eficacia y de forma sostenible, aumentando el bienestar de las personas y preservando la biodiversidad con acciones como plantar nuevos bosques y restaurar los humedales. Añadió que las iniciativas relacionadas con los recursos hídricos deben sumarse a otras igualmente fundamentales, como la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico, la utilización de modalidades de consumo y producción sostenibles y, en última instancia, la paz.

En la granja que se pretende construir en Homún se prevé tratar las aguas residuales con un sistema que ya opera en muchas otras existentes en Yucatán, y su calidad de salida cumple con las Normas Oficiales Mexicanas que le son aplicables. Además, no son depositadas en el acuífero, sino que se utilizan para regar la selva baja caducifolia que circunda la granja, en una superficie al menos 20 veces mayor que la impactada, cuyas especies de flora utilizan y aprovechan los nutrientes contenidos en el agua ya tratada, que concentrados serían contaminantes, pero dispersos en el riego se constituyen en un valioso recurso que es aprovechado por los árboles para recuperarse. Una selva o bosque recuperado garantiza la conservación o recuperación de la biodiversidad. Esto me parece que está alineado con las recomendaciones de la ONU.

La información correcta nos permite hacer análisis y diagnósticos más certeros para llegar a conclusiones razonables.

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