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La tendencia de crecimiento de las áreas urbanas, tanto en superficie como en población, que hace cada día más profunda la brecha entre la cantidad de habitantes de zonas rurales contra los de ciudades, está confrontando a las urbes y sus gobiernos con nuevos desafíos que han de atenderse oportuna y certeramente para evitar el colapso. Asuntos como la generación, distribución y consumo de energía, la gestión integral de los residuos hasta su disposición final, y la movilidad urbana sostenible e integrada, son tareas que sin mayor dilación tienen que ser atendidas. Hablemos hoy de esta última.

En los Estados Unidos, en 2013, el costo de los embotellamientos de tránsito se calculó en 124 billones de dólares. Incluye el costo del combustible desperdiciado, más el de horas hombre ociosas por atorarse en conflictos viales. Por ello, para las áreas metropolitanas, implementar acciones de movilidad inteligente puede resultar una labor difícil, pero al mismo tiempo es un factor clave, que posee el mejor potencial de impacto benéfico a cambio del esfuerzo y costo de llevarlas a cabo.

Las Plataformas de Movilidad Integradas (PMI’s) están demostrando en el mundo ser una solución efectiva a problemas de administración del tránsito, integrando, como su nombre lo indica, diferentes modos de transportarse que tienen a su disposición las personas, simplificando la posibilidad de planear una ruta y hacer los traslados más eficientes.

En primer lugar, tendrían que existir diversas opciones de transporte, y todos ellos tendrían que estar bien planeados y administrados desde su diseño, conceptualización y gestión de acuerdo con los flujos de personas detectados y debidamente dimensionados. Y luego, todas esas opciones tendrían que estar integradas en una plataforma que las combine y saque el mejor provecho de cada una para hacer un plan personal y específico cada vez que uno necesita transportarse de un lugar a otro, o presente opciones jerarquizadas por distancia, por tiempo, costo o algún otro parámetro que interese al usuario.

Estas plataformas ya están funcionando y solucionando problemas en muchos lugares del mundo, Google Maps, Citymapper, moovit son ejemplos de este tipo de aplicaciones. Pero por sí solas no solucionan el problema, son simples integradoras de un conjunto amplio de partes involucradas, que podemos decir que integran el ecosistema de movilidad inteligente, en donde por supuesto están incluidos todos los medios de transporte público, los medios de pago, los sistemas de boletaje móvil, de monitoreo del flujo vehicular, así como los proveedores de la plataforma tecnológica y la conectividad.

En Mérida, convendría ir implementando estas soluciones, habría que empezar en pequeño, pero actuar rápido, e ir creciendo conforme el público adopta y utiliza el modelo. Es uno de los retos que tenemos.

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