Wildspoldsried
¿Te imaginas poder generar la energía que consumes en casa? ¡No tendrías que comprarla!
La primera vez que leí esa palabra dije exactamente lo que con toda probabilidad estás diciendo ahorita: ¿Qué demonios es eso?
Después de regresar de una exposición de la industria de la energía solar, me dediqué a indagar un poco acerca de una empresa que manufactura algo que me pareció ser un extraordinario producto, que sería injusto llamar simplemente “una batería”, más bien es todo un sistema de almacenamiento y administración inteligente de la energía, tanto la que produces con un sistema fotovoltaico o eólico de pequeña escala en tu propia casa, como la que recibes de la empresa proveedora del servicio, y que “toma decisiones” acerca del modo en que se almacena y la utilizas, dependiendo de factores como el costo diferenciado por horario (cuando esto aplica), el pronóstico del clima para los siguientes días, para utilizar sus reservas si habrá buen sol o conservarlas si estará nublado, o destinar la energía almacenada para sostener uno o más circuitos específicos (que alimentan aparatos de alto consumo energético), o de plano servir como una planta de respaldo cuando haya una interrupción en el servicio.
Descubrí que esta empresa está en un pueblecito de dos mil 600 residentes, ubicado en Bavaria, en Alemania, que ocupa poco más de 21 km2 de superficie, llamado así: Wildspoldsried. Para fines comparativos, puedo decirte que de los 106 municipios del Estado de Yucatán, solamente catorce de ellos tienen igual o menor cantidad de habitantes, muy similar a la población registrada en el municipio de Cantamayec.
¿Qué hace importante a Wildspoldsried? Pues nada menos que estar liderando la extraordinaria transformación que toda Alemania está experimentando en el tema de las energías renovables. En los últimos 18 años, esta pequeña población ha invertido en un amplio rango de proyectos de energía renovable, que incluyen casi cinco mW de fotovoltaicos, cinco plantas de biogás, 11 generadores eólicos y un sistema hidroeléctrico. Como resultado, Wildspoldsried ha llegado mucho más allá de la meta inicial que era alcanzar la independencia energética en el año 2020, ya que hoy produce anualmente 500 porciento más energía de lo que el pueblo entero necesita, y desde 2011 ya generaba un 321 por ciento más, que le producían retornos anuales de alrededor de 5.7 millones de euros a la ciudad, que se han invertido en centros comunitarios, escuelas, gimnasios y otros servicios públicos.
Esto se ha logrado gracias a un compromiso de sus pobladores, que, además de ser solidarios con su comunidad, tienen muy arraigada la noción del ahorro, ya que, como bien señala uno de sus residentes: “No tengo por qué comprar lo que yo mismo puedo generar”, en referencia a la energía eléctrica que se consume en su hogar.
Espero que imitar este extraordinario ejemplo que nos da una remota comunidad no nos resulte más difícil que la complicada tarea de pronunciar su nombre.