El próximo 16 de mayo se cumplirán cien años del nacimiento del escritor Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo, quien es uno de los referentes al hablar de literatura mexicana, incluso quizá sea el creador más popular que ha tenido este país. Por ello desde hace ya algunos meses se rinden diversos homenajes y se preparan documentales, libros, lecturas, espectáculos y un sinfín de actividades culturales relacionadas con su obra. La Secretaría de Cultura del Gobierno Federal destinaría una buena cantidad de recursos para organizar homenajes al autor de El llano en llamas y Pedro Páramo, o por lo menos así suponía, ya que a principios de año la fundación que lleva el nombre del autor y se encarga de todas las cuestiones legales y difusión de su obra se pronunció en contra de cualquier actividad organizada por el gobierno que tuviera el supuesto objetivo de celebrar el centenario de Juan Rulfo: “La Secretaría de Cultura les dio unos millones de pesos (a los gobiernos locales) y supongo que se quedan con una buena parte los alcaldes. No creo que merezca mayor comentario, es un mero negocio. Estamos hablando de que no se destine dinero público a una manera de entender la cultura. Para nosotros la cultura seria es la que está en las universidades, fuera de eso es frivolidad”, señaló Víctor Jiménez, director de la fundación, según una nota de SDP Noticias.

Esta decisión ha generado en el mundo cultural una polémica sobre la forma en la que deben ser homenajeados los artistas y si se deberían destinar recursos públicos a este tipo de actividades. Contraponiéndonos (y no) a esta discusión, durante las próximas semanas en este espacio se rendirá un homenaje a Juan Rulfo a través de dos cosas que su obra nos ha regalado: escritura y reflexión. Caminemos en silencio por la vereda, rumbo al recuerdo de Comala.