Javier Valdez: expectativas sobre la muerte

"¿Cómo imaginas tu muerte?", le pregunté, un día de 2011, a Javier Valdez y me dijo...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En 2011 el periodista y escritor Javier Valdez Cárdenas visitó la Facultad de Antropología de la Uady para presentar a los estudiantes su libro Los morros del narco. En esa charla platicó sobre su trabajo acerca del narcotráfico y la manera en que logró dar con decenas de niños y adolescentes engendrados por la violencia, y que contaban historias como la de “Mario”, quien a sus dieciséis años ya tenía dieciocho asesinatos en su currículum criminal. Javier habló también del miedo que genera sobrevivir en un estado agobiado por el crimen como lo es Sinaloa; más cuando él era un hombre dedicado a contar las entrañas, los miedos y las frustraciones de ese cuerpo podrido que es el narcotráfico mexicano.

Al final de la presentación, y ante la crónica de la violencia cotidiana en que lo mantenía su profesión, me atreví a preguntarle de una manera muy torpe sobre cómo se imaginaba “su final”, refiriéndome a su muerte. Javier pensó para sí mismo por unos segundos y luego a manera de broma respondió que él imaginaba sus últimos momentos acostado en una cama, con un mujer encima que le provocara un orgasmo tan fuerte y finalmente un infarto. Lamentablemente no fue así: Javier fue asesinado el pasado lunes cuando salía de su trabajo. Un grupo de sicarios le cerró el pasó, lo bajó de su vehículo y le disparó tantas veces hasta asegurarse que no quedara vivo. Su cuerpo quedó tirado en el asfalto caliente de Culiacán junto a su característico sombrero, el cual fue totalmente manchado en sangre.

Recuerdo que el día que visitó la Facultad, Javier no tenía ese particular sombrero con el que salía en las entrevistas; sin embargo, lo que sí cargaba, e intentó ocultar con aquella broma, era el miedo de morir como finalmente sucedió, asesinado con saña y odio. A pesar de ese temor Javier Valdez nunca detuvo la pluma por el amor que le tuvo a su país.

Lo más leído

skeleton





skeleton