"También somos víctimas del terrorismo"
La difusión de fotografías, videos, o audios sobre catástrofes también es una señal de que los grupos terroristas tienen un dominio absoluto de las nuevas sociedades tecnológicas.
Checo mis redes sociales. En este momento un contacto del Facebook comparte una violenta serie de fotografías sobre el ataque terrorista de Las Ramblas, Barcelona. No comprendo del todo su interés por difundir imágenes tan explícitas de los cuerpos destrozados y del sufrimiento de las víctimas. Tampoco entiendo mi necesidad de detenerme a observar la publicación, aunque sí tengo alguna idea: estos comportamientos no corresponden al morbo, sino al miedo. Y es que con ese tipo de imágenes la mayoría de las personas caemos en una desesperación inconsciente. Podríamos encontrarnos en otra ciudad, país o continente pero somos víctimas y al mismo tiempo perpetuamos el terrorismo moderno.
Lo anterior no es una cuestión intencional, simplemente corresponde a la inercia de nuestras emociones, ya que estas imágenes nos atraen porque dan conciencia y generan miedo de que nosotros mismos, en cualquier momento, podríamos ser las víctimas de una tragedia como ésta.
La difusión e inminente viralización de fotografías, videos, audios o relatos sobre estas catástrofes también es una señal de que los grupos terroristas tienen un dominio absoluto de las nuevas sociedades tecnológicas, a través de medios tan poderosos como la televisión, la prensa o el internet.
Durante mucho tiempo la gente se ha preguntado en qué momento llegará la que parece una inevitable tercera guerra mundial. Quizá ahora estamos ante ella, pero ahora las armas de guerra no son bombas, misiles o tanques; ahora las armas son las emociones de la gente: el rencor de unos que es aprovechado por los grupos terroristas para reclutarlos; el dolor que sufren niños, jóvenes, padres y madres inocentes que perecieron en el lugar; el miedo que sufren las sociedades de ser el próximo blanco y el odio que todo esto genera hacia ciertas culturas, las cuales erróneamente son señaladas como culpables. En este tipo de situaciones no compartas imágenes explícitas, no colabores al terrorismo.