Al menos tres testimonios confrontados contribuyen al análisis del movimiento obrero-popular de 1973-1974: las palabras escritas por el entonces gobernador de Yucatán, Carlos Loret de Mola, plasmadas en sus memorias intituladas Confesiones de un gobernador de 1978; en ellas, busca negar-justificar su responsabilidad en el secuestroasesinato del “Charras” y en la represión ejercida contra el movimiento en general; sus expresiones dejan en claro la forma en que interpretó los hechos y actuó ante ellos: “Un chantaje soez y abyecto (de) destripados universitarios […] barbopelucones drogadictos […] y unos cuantos vividores locales (que) convirtieron las escuelas universitarias en centros temporales de vicio y ultraje a muchachas, tabernas con expendio de mariguana y hoteluchos para ratos”. Con estas expresiones el ex gobernador calificó la lucha sindical y la organización obrero-popular que reclamaba el respeto de los derechos laborares y posteriormente el esclarecimiento y castigo del crimen cometido contra Efraín Calderón Lara.

Un segundo testimonio, muy cercano al referido, es el libro La otra cara de Loret de Mola de Franklin Alonzo, en el que se expone de manera directa la responsabilidad gubernamental en el secuestroasesinato del “Charras” y las formas posteriores de desarticulación del movimiento; la edición del libro fue censurada durante un tiempo, convirtiéndolo en un documento de difícil acceso, además, fue impreso en 1977 junto con las Confesiones de un asesino, de Carlos Francisco Pérez Valdez, quien fuera el asesino material de Efraín Calderón Lara; este testimonio y el publicado como entrevista por el diario Ovaciones en octubre de 1979 revelan lo siniestro de la actuación gubernamental, complicidad empresarialburguesa y los grados de corrupción del sistema de justicia mexicano de entonces. Las crudas palabras del Pérez Valdez detallan el plan, la ejecución y los posteriores acontecimientos en torno al crimen de Estado cometido en Yucatán.

Un relato cronológico-explicativo del surgimiento y fin del movimiento es el que se presenta en el tercer testimonio que ahora comentamos, impreso en 1977 bajo el título El Frente Sindical Independiente Efraín Calderón Lara, resulta un importante documento sin firma de autor, aunque, según el recuerdo de muchos participantes del movimiento, el documento fue escrito por el intelectual Armando Bartra. La obra enmarca el sindicalismo independiente yucateco con el contexto nacional-mundial de reivindicaciones proletarias, además, es de los primeros documentos en trazar líneas históricas de antecedentes que se remontan a nivel local a la conformación del Frente Cultural Estudiantil “Jacinto Canek” (núcleo estudiantil que sería fundamental en el apoyo y difusión de las demandas obreras entre los sectores estudiantiles y en el posterior apoyo a todo el movimiento) y al fraude electoral de 1969 cometido por el PRI contra el candidato del PAN a la alcaldía meridana, que desembocaría en violencia partidista; a nivel nacional, se refieren las protestas de obreros electricistas, ferrocarrileros, médicos y demás sectores productivos. El documento acompaña su explicación histórica con valiosas fotografías, caricaturas y textos elaborados al calor de las movilizaciones y que atestiguan la lucha de clases en Yucatán (Continuará).