Al magisterio en su día
Cristóbal León Campos: Al magisterio en su día.
A las maestras y maestros de Yucatán
El 3 de diciembre de 1917, durante el gobierno constitucional de Venustiano Carranza, se instituyó mediante decreto el 15 de mayo como Día del Maestro, fecha que refiere a la histórica toma de la ciudad de Querétaro, después de varios años de férrea resistencia juarista, con la que se puso fin a la invasión francesa ocurrida durante la segunda mitad del siglo XIX. El simbolismo de la efeméride y el acto manifiestan en la figura de los maestros y maestras la libertad e independencia de pensamiento que cada día debe cultivarse en los procesos de enseñanza-aprendizaje, además, establece el reconocimiento a la labor educativa de todos los docentes que con su esfuerzo y dedicación se propusieron contribuir al desarrollo de México y a la superación del oscurantismo al que fue sometida la mayoría de la población hasta antes del triunfo de la Revolución de 1910, teniendo como estandarte la luz del alfabeto, la ciencia y la razón.
La primera celebración en México tuvo lugar en mayo de 1918, cuya iniciativa habían presentado los diputados Benito Ramírez y Enrique Viesca Lobatón, con el fin de establecer a nivel nacional una fiesta cívica en reconocimiento a los maestros y maestras que ya para entonces, eran uno de los grupos sociales más influyentes en el país, por sus destacadas participaciones en la formulación de las leyes constitucionales y su papel eminentemente revolucionario a favor de los desposeídos. En Yucatán, el Día del Maestro fue decretado el 6 de junio de 1918, por el gobernador Carlos Castro Morales, y celebrado por vez primera el 15 de mayo de 1919, en medio de la efervescencia transformadora que el Estado vivía.
En cada nación se celebra a los maestros y maestras en un día en particular, para el caso especifico de Latinoamérica, en 1943, la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas, efectuada en Panamá, decretó el 11 de septiembre como Día del Maestro para todo el continente americano en concordancia y homenaje al fallecimiento del escritor y político argentino Domingo Faustino Sarmiento, y de igual forma, para reconocer la labor que realiza el magisterio latinoamericano todos días en las escuelas y en los lugares de enseñanza.
En 1994, la Unesco instituyó el 5 de octubre como el Día Mundial de los Docentes, siguiendo la “Recomendación conjunta de la OIT y la Unesco relativa a la situación del personal docente” aprobada en París, Francia, el 5 de octubre de 1966. Este documento establece los derechos y las responsabilidades de los docentes. Incluye recomendaciones sobre la participación de los docentes en las decisiones relativas a la educación mediante la consulta y la negociación con las autoridades educativas. Años después, en 1997, fue aprobada la “Recomendación de la Unesco relativa a la condición del personal docente de enseñanza superior”, con el fin de sugerir una serie de prácticas que abarcan a todo el personal de la enseñanza superior, reconociendo sus necesidades específicas y complementando la “Recomendación” de 1966.
Al celebrarse el Día del Maestro, reivindicamos al magisterio como un sujeto transformador que contribuye al avance social y a la superación de muchos de los males que nos aquejan en la actualidad como sociedad, su empeño impulsa a la conciencia y el progreso.