Libros artesanales, un gran legado
Cristóbal León Campos: Libros artesanales, un gran legado.
En un viaje de trabajo, el pasado viernes 20 de mayo, tuvimos la hermosa fortuna y el gran privilegio de visitar la Escuela Primaria Indígena “Benito Juárez García”, de Hunukú, en el municipio de Temozón. Las y los integrantes del equipo editorial de la gaceta “Miradas al magisterio” fuimos recibidos con la calidez humana y el corazón de la directora, Profr. María Isabel Poot Dzul, quien nos permitió adentrarnos a conocer la gran labor que desde 2015 realizan en la comunidad escolar.
Orgullosamente la comunidad nos contó a través de la voz de los alumnos y alumnas, de las madres de familia y de las y los docentes, la gran experiencia pedagógica y humana que ha significado la producción de los libros cartoneros, hoy, ya libros artesanales, por el perfeccionamiento en su elaboración que con los años han logrado. En la biblioteca escolar -un bello salón adornado con dibujos que refieren al árbol familiar y a los colores escritos en maya-, sentados alrededor de los más de 100 libros cartoneros, nos platicaron sobre la manera en que a mano y con extrema delicadeza van uniendo cada una de las partes de las obras que atesoran la memoria y los saberes colectivos de su comunidad.
La escuela, ubicada al centro de la población, va mostrando a cada paso la riqueza cultural que aglutina, al adentrarse es posible apreciar las frases sobre la importancia del cuidado de la naturaleza y de los saberes comunitarios escritos en maya, distintivo que es justamente una de las trascendentales aportaciones que ha hecho y reforzado el proyecto de los libros artesanales: la revalorización de la lengua maya.
Al escuchar las diferentes historias, puede notarse el impulso y deseo comunitario ya no solo de hablar la maya, sino de escribirla, convirtiéndose en una estrategia pedagógica que despierta la necesidad autónoma y libre de conocimiento. Algo que puede ejemplificarse con los relatos de las madres, quienes reconocieron que hasta antes de contribuir con sus hijos a la escritura de sus textos –cuentos, leyendas, investigaciones, relatos, etc.-, no habían interiorizado la importancia también de escribir en su lengua materna, aun siendo mayahablantes.
La voz de las y los alumnos entrevistados se emociona cuando narran su participación y nos describen la elaboración de sus contribuciones, ya que desde el primer grado se realiza la elaboración de los libros artesanales, con diversos contenidos acorde a cada grupo escolar. Los y las docentes han hecho suya esta actividad, iniciada por la directora cuando se percató del deseo y la necesidad de atestiguar el aprendizaje y materializar los conocimientos, cada profesor y profesora contribuye según sus capacidades: dibujan, cosen, pegan, copian y escriben, todas y todos escriben, sumándose a este ejercicio pedagógico que con el tiempo se ha convertido en una estrategia fundamental en la población para aglutinar los esfuerzos conjuntos de toda la comunidad escolar.
Los libros han sido escritos por estudiantes, madres de familia y docentes, en ellos se atesoran historias, saberes milenarios, costumbres, cantos, deseos y muchos sueños, una obra que debe reconocerse y reproducirse en otros centros de enseñanza. Para nuestro equipo fue una visita enriquecedora y muy motivadora, pues nos demostró nuevamente esa inconmensurable capacidad del magisterio yucateco y de las comunidades de Yucatán para hacer de la “necesitad virtud”. ¡Muchas gracias por la experiencia!