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Mientras escribía estas líneas, el pasado domingo 11 de abril, se realizaba lo que podríamos denominar como el súper domingo electoral de Latinoamérica, o también si pretendemos alejarnos de la superficialidad mediática y, acércanos más al concepto geocultural, debemos considerarlo como la pugna política por la Patria Grande; en este duelo ideológico existen dos emociones sociales muy claramente identificadas, con matices e intereses intermedios en cada visión. Por un lado, están los que defienden el establishment y cuentan con el apoyo de: las élites socioeconómicas de la región, el gobierno estadounidense, la OEA, los organismo internacionales del dinero (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, multinacionales dedicadas a la extracción de recursos naturales, etc.); por el otro lado están gobiernos surgidos de movimientos sociales, los mismos movimientos sociales, grupos de trabajadores, intelectuales no orgánicos, contingentes de estudiantes universitarios, habitantes de zonas populares y rezagadas, así como empresarios que prefieren un modelo de demanda amplia.

Al corte de las 23:30 horas de México, todo apuntaba a que la izquierda no tuvo su mejor noche; en el Ecuador, se eligió presidente en una segunda vuelta, en la que resultó ganador el banquero Guillermo Lasso, contra todo pronóstico, puesto que fue acusado de cometer fraude en la primera vuelta en detrimento del candidato indígena quien debió ser el verdadero contendiente, el perdedor fue economista Andrés Arauz Galarza, -egresado del doctorado de la Facultad de Economía de la UNAM- postulado por la Unión Por la Esperanza (UNES), y quien contaba con el apoyo del popular ex presidente Rafael Correa, se destaca que en México están exiliados varios de sus ex colaboradores; el ganador sucederá a Lenín Moreno, cuyo mandato de cuatro años concluirá el 24 de mayo, quien fue vicepresidente del mismo Correa, adicionalmente considerado como un gusano, por su felonía al partido que lo llevó al poder.

Por otro lado, la primera vuelta en Perú concluyó -según encuesta tipo exitpoll- con la victoria del izquierdista Pedro Castillo de la agrupación Perú Libre, con el 16.1%; en segundo lugar quedó Hernado de Soto, Avanza País (derecha): 11.9%; empatado con Keiko Fujimori, Fuerza Popular (derecha): 11,9%; Yonhy Lescano, Acción Popular (centroderecha): 11%; Rafael López Aliaga, Renovación Popular (derecha): 10,5%; Verónika Mendoza, Juntos por el Perú (izquierda): 8,8%; si estos resultados son válidos se podría considerar una segunda vuelta entre Pedro Castillo, ya sea contra Hernado de la Soto o Keiko Fujimori, sin embargo, si se hace una sumatoria, de todos los contendientes según la orientación política, la izquierda solamente tendría el 30%, la derecha alcanzaría el 56.3% y el centro un 13% que podrían ser los indecisos, tal vez la posibilidad de Pedro Castillo, aumentaría en la segunda vuelta, si enfrenta a Keiko, posiblemente muchos derechistas preferían a un izquierdista honesto que a una Fujimori en la presidencia, que podría indultar a su padre, el expresidente acusado de corrupción y genocidio.

En las elecciones estatales de Bolivia, todavía no se conocen resultados, sin embargo, todo indica que se impondrá el MAS, partido del izquierdista Evo Morales.

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