Gracias
El poder de la pluma
La semana pasada realicé una advertencia, dije que era la última y me sostengo, ya no queremos saber nada del Covid, pero eso no significa que no siga siendo cada vez mucho peor. Quiero agradecer por medio de esta columna a cada una de las personas que escucharon mi advertencia la semana pasada, a los que, aunque ya están hartos como yo de este virus, se aguantan y guardan en casa. Agradezco a los que dejaron las fiestas, a los que no se quejaron de las nuevas medidas del gobierno y, por supuesto, también le agradezco a nuestro gobernador por buscar ciertas medidas que contribuyan al distanciamiento social pero a la vez favorezcan la economía. Por desgracia, siguen siendo muchos los inconscientes y algo me dice que, por ellos, tendremos que regresar al semáforo anterior.
Por ahí escucho una queja común: para qué el toque de queda nocturno si la mayoría de la gente sale en las mañanas. Primero que nada, no se trata de un toque de queda, es una limitación vial y es completamente legal como el “hoy no circula” de la Ciudad de México. Segundo, es para nuestro bien, si no has pisado un hospital no tienes ni la más mínima idea del estado de guerra en el que nos encontramos contra un enemigo que no podemos ver. En tercer lugar, se establece un horario para que salgamos a realizar nuestras actividades esenciales ¿Qué es esencial? Lo que se necesita para vivir. No es una apertura para ir por papitas, no es para ir a comprar ropa, tampoco para ir por piñatas o postres; es para poder salir a trabajar o conseguir lo que nos urge para seguir sobreviviendo dentro de casa, pero como existe la libertad de tránsito constitucional, no pueden detener al idiota que está tomando su helado mientras camina en el centro para despejar la mente.
Hay otro punto muy importante que deseo aclarar: el Covid-19 es una enfermedad que repite, te puede dar varias veces, diversos estudios lo han concluido. La explicación es más extensa, pero podemos hablar de eso en otro momento. Además, créanme, no existen medicamentos ni suplementos milagrosos, si hubieran, los primeros en recetarlos seríamos los médicos que estudiamos al Covid y que convivimos con él. El 85% de los pacientes con esta enfermedad mejorarán de manera espontánea incluso sin medicamentos, así que es lógico que si tomas dióxido de cloro parezca que mejoraste por él; mismo caso con la ivermectina, colchicina, medicamentos homeopáticos, cítricos, entre otros.
Por último, para poder seguir preservando la magia de la vida, por favor no consuman ni se inyecten medicamentos de uso veterinario, soy testigo de la venta y uso de éstos, en especial de ivermectina, esto es absurdo, es atentar contra tu vida ¿Acaso eres un animal?
La advertencia ya se dio, gracias nuevamente a quienes la siguieron. En esta etapa, nos toca seguir guardados y señalando a quienes no nos están cuidando, sí, hay que ponerle nombre a los culpables y exponerlos, pues atentan contra nuestra vida y ésta es mágica y lo más preciado que tenemos.